No hay peor pecado que provocar lágrimas en una cara que nos ha regalado sus mejores sonrisas. —Cuatro meses después— Mi reflejo en el espejo seguía sin parecerme del todo real. Había aprendido a controlar gran parte de mis poderes gracias a Ekane, quien, a pesar de su carácter tan particular, se había convertido en una amiga indispensable. Fue ella, junto a Aiko, quien insistió en que me alejara por un tiempo del territorio para entrenar, para entender qué era lo que estaba despertando dentro de mí. Y ahora, aquí estoy, lejos de todos, con el vientre ya redondeado, sin saber cómo decírselo a Thiago. Estoy embarazada. Las palabras siguen siendo imposibles de pronunciar incluso en mi cabeza. ¿Cómo se supone que le digo a un Alpha que va a ser padre sin que me dé un infarto antes? {Flash

