ELEGAR, CAPITAL DE ALSTEN.
—Creo que esto ha sido innecesario, Excelencia.
—¿Tienes algo que reclamarme?
—Fue irrespetuoso—reprochó Giorgiou, el general que controlaba los cuarteles en cuanto pudo hablar con Derick a solas. No se sentía nada contento de haber sido humillado delante de todo el mundo, cuando aseguró que todo problema que el esposo de la reina hubiera podido encontrar, iba a ser solucionado por él mismo de manera inmediata, sin necesidad de algún escándalo.
Derick no atendió esa petición, pues le propuso guardar los problemas para ellos mismos (esconderlos del mundo y no dejar a la vista su negligencia), cuando toda la máquina de guerra de su esposa se estaba reduciendo diariamente. Si en ese mismo momento se declaraba el inicio de una guerra, sus ejércitos no iban a e
