LAKA LESNA.
—Shhh…—siseó el hombre contra su oído mientras la princesa apretaba los ojos y hacía lo posible por no lloriquear, pues su interior estaba siendo sometido a fuertes embestidas que le sacudían las entrañas y que la obligaban a aferrar las manos al enorme sofá donde permanecía acostada. Las manos de Derick acariciaron su espalda, pues la noble princesa mantenía la mejilla contra la piel del sofá.
—Por favor—suplicó con el cuerpo sudoroso y el trasero debido a la violencia con la que estaba siendo follada. Derick se detuvo y depositó un par de besos en su espalda con suma delicadeza, una que sin duda no estaba presente en su manera de hacer el sexo.
—¿Quieres que me detenga?—preguntó burlón justo antes de propinarle una fuerte nalgada que la estremeció y que dejó sus dedos m
