ELEGAR, CAPITAL DE ALSTEN. Derick puso la mano sobre su vientre. La espalda de su esposa ya estaba recta, porque Ivannia tenía una manera elegante de mantener el porte. La princesa tomaba el arco con confianza. No era la primera vez que lo hacía, pero tampoco tenía una ardua experiencia. Se aclaró la garganta decidida a que su primer disparo fuera decente. —Bien, ahora solo tienes que guiar la flecha con cuidado y seguir la ruta, como si controlaras la fecha—comentó provocando una sonrisa por parte de reina quien giró un poco su rostro, ya que lo tenía detrás de ella. —¿Existe algo como la telepatía? —No, existe la confianza. Ahora pon tu atención en la flecha y confía en tu mano. Recuerda nuestro trato. Si fallas te quitarás una prenda y ya estoy imaginando cuál será. Se apegó

