ELEGAR, CAPITAL DE ALSTEN. Siempre fue hábil para los estudios y tareas. Puede que no supiera usar un arco con confianza como lo hacía Derick, debido a las limitantes sobre la guerra que toda dama tenía impuestas como normas sociales, pero en lo demás era demasiado dedicada. Si la guerra no era su fuerte, haría de la política y de la economía sus mayores aliados. Números. Nexos. Edictos. Los dominaba a la perfección y aunque estuviera agotada, siempre sacaba fuerzas para sacar adelante el enorme peso que conllevaba la corona, sin embargo, aquella noche, mientras buscaba avanzar, el cansancio fue tanto que terminó dormida, con los papeles en la mano y los dedos manchados de tinta después de firmar tantos documentos. Su cabeza estaba recostada sobre el escritorio y sus ojos, cerr

