FLEURVILLE.
—Es una descarada.
—¿Qué te ha dicho?
—No es lo que me ha dicho, sino que siento que se estaba burlando en mi cara. Me llama “tío” de una forma que me eriza la piel y cuando me observa, siento que confabula. Hace tiempo fallamos en la estrategia porque ella resultó no solo ser una cara bonita, sino una mujer con agallas a la que le importó un bledo romper los tratos de dos hombres, tratos de honor—exclamó ofendido—. No podemos cometer el mismo error dos veces y debes tener cuidado. Ella puede parecer permisible, pero créeme, es astuta como un felino y no da puntada sin dedal. Puedo asegurarlo.
Derick observó a su padre con diversión.
Llevaba varios meses dándose cuenta de ello. Ivannia tenía la madera, siempre la tuvo, pero le faltaba el impulso y ahora estaba dejando v
