ELDORIA. CAPITAL DE KARLANG. —¡Dijiste que Derick no quería a nadie! —Y no lo hace. Simplemente, es un hombre aprovechando el coño que le da poder. Si sigues comportándote de esta manera, pensaré que estás asustado—dijo Rowena observando a su sobrino que acababa de recibir buenas noticias que fueron nubladas por la incertidumbre. Si no fuera tan metódico, estaría contento de saber que Derick estaba a un par de meses de morir. La reina estaba con él. ¿Le importaba? La persona que comunicaba los hechos, resaltaba que se la vio muy alterada al salir del palacio y después, sus informantes en Fleurville, constaban que la reina estaba en compañía de su esposo. —No estoy asustado. Solo mido mis problemas. —Siento que estás exagerando. Sabíamos que esto pasaría desde que asesinó a Ana

