ELEGAR Un hombre excelente para engendrar a un rey. También para criarlo. Los ojos de Gastrell no cambiaron su sorpresa ni un solo segundo. La reina lo pidió lejos y después, lo quería cerca. No entendía de que se trataba ese juego que lo confundía, pero no tuvo más remedio que dar su apoyo, pues en esa corte, él no era más que un consejero y la reina tenía libre albedrío. Lo único para lo que estaba capacitado era para aconsejar, aconsejar y nada más. —Me alegra que la reina recapacitara al respecto. Un príncipe poderoso garantiza una corona estable y como ha dicho. Los Edevane son capaces. Su marido tiene la capacidad de ser una figura paternal y autoritaria para el próximo rey, aunque no descartamos que la heredera pueda ser niña—explicó a la reina mientras Ivannia le seguía los

