ELEGAR, CAPITAL DE ALSTEN. Ivannia mantenía sus ojos cerrados, mientras buscaba la manera de encontrar un lado cómodo en la enorme cama. Todas las velas estaban apagadas y el frío de la noche debido a la fuerte tormenta, hacía presencia por lo que una sábana caliente le cubría con suma delicadeza. Poco a poco comenzó a quedarse dormida. Ese sueño no tardó en hacerse profundo o al menos eso pensó, cuando sintió el cuerpo ligero y la mente volar a todos los lugares menos al presente. Un vapor caliente le impactó el rostro de golpe, mientras un cosquilleo le recorría el cuerpo. Unos besos delicados recorrían su cuello y unas manos levantaron las sábanas y posaron sobre ella, algo que le brindó mucho más calor que el algodón. Sin poder evitarlo comenzó a moverse, siendo partícipe de ese

