—¿Por qué no? —No es el momento. —¿No es el momento? Tener bebés para una es necesidad, no un capricho. Puedo asegurar que si sigue tomando mi brebaje especial no tendrá problemas, pero no creo que sea prudente, especialmente cuando tiene un marido con quien entretenerse trabajando en dar un heredero a la corona—dijo Novak con descaro. Vestía un prudente vestido y una capa cubría su cabeza, mientras hablaba con Ivannia en aquel salón del palacio. La reina ya no podía salir del palacio a visitar a los viejos amigos, porque sería arriesgar mucho y si ella no podía ir, lo prudente era que los amigos vinieran a ella. Mads había traído a Lira Novak de manera secreta al palacio, aprovechando que Edevane salió del palacio a entrevistarse con el futuro ministro de guerra de apellido Pendragon

