Llegamos a una puerta de madera color rojiza, la abrió, pase por enfrente de él, llegamos a una recámara muy limpia, era grande y espaciosa, solo estaba una cama grande y alta en el centro, con sus dos mesitas de noche y el televisor que estaba empotrado en la pared, el cuarto era de un azul neutro.
Tocaron la puerta y luego se abrió nuevamente,
— Bray — le llamo un jovencito como de unos once años
— Hey Gino, ¿qué tal están tus juegos?
— Bien padres Bray, ¡gracias!
— ¡Toma! — vi que le dio las llaves de su coche
— ¿Ya lo puedo limpiar?
— Si Gino, mételo con cuidado.
— ¡Cómo lo vas a poner a conducir Bryan! — Le dije un poco enojada
— Tranquila Ally, él sabe conducir y solo lo lleva a la cochera.
El muchachito salió de ahí corriendo, me asomé por la ventana, esperando a que apareciera, vi cómo se subió al auto y empezó a conducir lentamente hasta la cochera.
— ¿Por qué pones al niño?…
— Su papá me pidió trabajo para él, para poder solventar los gastos de su familia, yo me negué, ya que el niño dejaría la escuela, pero al final quedamos en que tenía que seguir estudiando y dejaría que me ayude con algunas tareas, también tengo acceso a sus calificaciones, mientras él lleve buenas calificaciones, yo voy a apoyar a su familia. Además, también suele ser mi compañía, en veces se queda aquí a jugar conmigo, a veces hacemos tareas juntos, es como mi hermano.
Me quedé mirando la ventana, donde el niño ya traía unas botas impermeables y lavaba el carro, con la dirección de su papá.
— ahí está el control, la tele Es toda tuya. Mientras yo voy a bañarme— camino por un pasillo que cruzaba por donde está su clóset hasta llegar a su baño, a pesar de que su cuarto es muy sencillo, era muy amplio.
Escuché la regadera sonar, mientras yo elegía una película para ver, habíamos pedido pizza, mientras hablaba con mi tía, ya había quedado en que por la tarde-noche iríamos a cenar a mi casa.
Salió cambiado con una playera con un logo de marca, color gris y oliendo muy rico, irradiaba una frescura.
Puse una película de acción en la TV, el quito el edredón de la cama, nos sentamos ahí comiendo pizza, tuve cuidado de no tirar ni una migaja, Aunque fue en vano, pues a él se le resbaló la pizza de la mano y cayó con lo del queso a la sabana, se rio cuando tuvo que recogerla.
Le ayudé a cambiar la sábana y nos sentamos nuevamente a ver nuestra película, Estuve bien pegadita a él, pues estaba fresco, y en el cuarto hacía calor, me daba pena decirle que tenía calor, pero al final sí se dio cuenta y lo encendió, pronto el cuarto estuvo bien fresco.
— ¡Ed está enojado conmigo!
— ¿Por qué? —le mire ignorando la película
— Porque paso tiempo contigo.
— Pero si siempre hemos estado junto los tres
— Lo sé— él me sonrió cuando me miro a los ojos
— Entonces es ilógico que se enoje…
— Ally, te seré sincero, ¡me gustas!, me gustas desde hace mucho tiempo.
— Hoo, no sabía— eso le dije apenada y sin saber qué decir
— Ahora que no está, él me ve más como su rival.
¿Te gusta Ed?— le mire y luego mire el televisor.
— Me gusta de la misma forma en la que me gustas tú, y lo quiero, al igual que te quiero a ti— mis labios empezaron a hablar, sin parar y era tarde para retractarme, pero para ser sincera, lo quiero, pero más como un hermanito, no siento esa atracción, sino, cariño, ternura.
Me puse roja, solo seguí mirando el televisor, la conversación la dejamos olvidada, y empezamos a comentar sobre la película.
El carro estuvo bien limpio, fuimos afuera del garaje por él.
— Entonces, ¿Eres hijo único?— pregunté con curiosidad, tanto tiempo siendo amigos y me da vergüenza admitir que no sé mucho de él.
— Si
—Bryan, acabo de darme cuenta de que te conozco poco, y tenemos siendo amigos desde hace años.
— Todo tiene un motivo
— ¿cuál? — pregunte curiosa
— Edward
Entonces comprendí, Eddy también le había comentado a Bryan sobre que yo le gustó, y el tomo distancia.
Para cambiar el tema, volví al tema anterior.
— ¿Te gustaría tener un hermano?
— La verdad no, con Gino me basta, no imagino a mi mamá con un bebe.
Por lo que entendí, los papas de Bryan son sumamente irresponsables, sobre las obligaciones de padres, y aunque yo no tenía a los míos, yo, con mi tía, me basta para saber que es una mamá grandiosa.
Los días fueron pasando, las clases fueron regulares, y por las noches que mensajeaba con Eddy, vi como se hacía evidente sus celos, pero era tierno, me daba risa, casi podía imaginármelo con su carita de niño y con esa arruga en su frente.
Los mensajes empezaron a disminuir, hasta el punto en que solo me mandaba un mensaje pequeño, y distante.
....Msj...
De: Edward
Hola Ally, todo está bien, solo estoy cansado. Cuídate mucho.
.....
Había tenido trabajo con los niños Berner, fue divertido, pues fuimos a los bolos, Susan se reía porque la bola siempre caía al canal y una de esas hicimos trampas, ella caminó hasta quedar cercas de los pinos y los tiro, fue todo un festejo para ella, su cabello casi rubio, y lacio bailoteaba en su rostro cada vez que brincaba, había ocasiones en que me hablaban para acompañarles a la divercion, los Berner me consideran como la hermana mayor, por eso los hermanos piden que valla seguido a casa, aunque los señores no salgan, y poder convivir todos juntos.