Nos levantamos de la cama y terminé de meter a mi maleta unas cuantas cosas, no estaba pesada, no tendría que llevar tantas cosas, solo una blusa extra, el traje de baño, ya lo traía puesto bajo el pantalón. Bryan tomó mi mochila, dispuesto a salir de mi habitación. — ¡Bryan! —él giró al instante y yo sin pensarlo caminé hacia él. Él me observaba con ese brillo peculiar en sus ojos, poco a poco puse las manos alrededor de su cuello, me levante de puntitas y presione mis labios contra los suyos, él correspondió mi beso. Se escuchó un golpe en el suelo y luego sus manos en mi cintura, abrasándome tiernamente, sentí una pequeña electricidad recorrer mi cuerpo. Un beso basto para que él irradiara felicidad, me sentí tan extraña al ver lo que podía hacer un pequeño beso. Me llevé un dedo a

