— ¡Buenos días, tía! — Hola cariño, ¿qué tal dormiste? — Bien— me sirvió unos hot cake, saque la crema de maní y mermelada, para prepararlo a mi gusto. Rose, se sentó frente a mí y de vez en cuando la veía sonreír, una sonrisa de la que ella no era consiente. — Rosalie, ¿qué te traes?— nunca le decía por su nombre, solo lo hacía de juego. Ella se ruborizó y bajo la mirada. —Bueno, puedo intuir que algo bueno te ha pasado, por tu sonrisa y por tu enrojecimiento, yo digo que es un chico. ¿Cómo se llama? —le pregunte curiosa — Denzel —susurró — Denzel, tu amigo, ¿Desde cuándo? — Ya hace tiempo, solo que apenas se animó a invitarme a salir — ¿Y a dónde?… No pude terminar la frase, pues alguien había interrumpido tocando en la puerta — Yo voy nena, tú termina —volví a sentarme.

