— Qué más quisiera — sonreí con tristeza — pero desafortunadamente ningún hombre me mira como algo más que como la mujer que va a satisfacer sus más oscuros secretos; soy consciente de ello. Una sola persona de ese género es la que me ha tratado bien y me dice que me quiere, pero justo porque no quiero perderlo es que no me atrevo a llevar una relación convencional con él. — ¿Es el amigo qué nos mencionaste el otro día? — ella preguntó y yo asentí — desde ya te digo que si sigues con ese pensamiento de que no lo quieres perder, pues vas a terminar por hacerlo al final, puedo sentir que es una persona bastante decente que te quiere bien, sin embargo, lo alejas de ti; en eso tienes algo en común con Lucía porque ya vez que ella con esa baja autoestima logró hacer que Adriel se hiciera a un

