— Vamos, sabes que quieres estar conmigo, eres ninfómana y aunque te escucho donde te masturbas sé que no es suficiente para ti — Eres un cínico, suéltame — me volví a sacudir — a mala hora dejé de lado mi teaser, a estas alturas estarías con los testículos chamuscados. Lo empujé con una fuerza mediana y termine por tomar una toalla para largarme del cuarto, sin embargo, cuando miré ya estaba desnudo, no sé cómo puede hacer eso, mire su pene y definitivamente era grande y lo deseaba dentro de mí follándome y haciéndome jadear como solamente él lo hacía o al menos eso era lo que creía. — Sabes que quieres hacerlo — él acarició su pene — vamos Rea, me deseas dentro y no me puedes engañar en absoluto. — Largo, ve a ver qué haces con tu erección, pero yo no te quitaré las ganas — escupí co

