SARAH HUESTER

1640 Words
Eso me había hecho reír. Me encantan las mujeres con carácter. Es muy curioso que justo en el lugar menos esperado vea a una de esas. Las mujeres de aquí pierden su orgullo y dignidad por unos billetes o un trago. Estaba entretenida la discusión que no llegaba a escuchar por el fuerte volumen y la distancia, bebí de mi trago y sonreí. La seguridad del club intentaba calmar las dos partes y ella le hacía señas al gorila más grande de que el tipo le había tocado el trasero. El grandote se llevó al tipo que todavía parecía gotear de su cara el trago de la chica y ella chocaba sus palmas con la chica que la acompañaba. __ ¿Algo interesante hermano, de que te ríes? __ Aquel pobre diablo que se llevan por allá le tocó el trasero a la rubia que está sentada en el bar con la morena. La rubia le refresco el cerebro con su trago y se armó un pequeño show hasta que se llevaron al idiota que te mostré antes. __ ¿Y que tiene de interesante? Mi amigo sonrió sin entender que era lo que pasaba por mi cabeza. __ Es hermosa, y tiene un carácter de los mil demonios. __ Ajá... ¿Y? __ Nada, buscaba un desafío y creo que ya encontré uno. __ Suerte con eso. No baje a la pista, me quedé bebiendo y observando a la rubia. Todo hombre que se le acercaba, ella lo mandaba a volar ¿Será lesbiana? No puedo tener tanta mala suerte de escoger un nuevo objetivo y está sea Lesbiana... __ Déjala en paz. No le gustan los hombres. Esa morena debe ser su pareja solo mira como bailan juntas. Es obvio Ya se me había caído el pájaro de solo imaginarme a la rubia con la morena, aunque sería sexi verlas y si me dejan, sería genial participar. Un momento después un chico se acerca a la morena y la invita a la pista, la rubia vuelve a su lugar en el bar para beber algo. Observo a la morena, el tipo que baila con ella tiene manos rápidas y ella no se opone, al contrario, se da vuelta apoyando su trasero y su espalda en el pecho y miembr0 del tipo y antes de que termine la canción que sonaba ella lo besa. La rubia sigue espantando hombres, o es una histérica o solo le gustan las chicas. __ ¿Sigues mirando a esas dos? Boris estaba entretenido con una pelirroja y una chica de pelo azul. __ La morena no es lesbiana. Casi me lo creo, pero no. Se acaba de ir con un tipo que acaba de conocer. __ ¿Y tu futuro juguete? __ Bebe sola. __ Es una histérica entonces. __ Necesito que hagas una investigación profunda sobre esa chica. Quiero saber todo sobre ella, donde vive, donde estudia o trabaja, información sobre su familia, novio, ex novio, quiero un legajo armado para ayer en mi oficina. __ Esta bien. Pobre chica la que le espera contigo. __ Quiero domar esa fiera y la quiero en mi cama. Boris frunció el ceño y miro a Dimitri con una mirada de sorpresa. __ No me mires así, me gusta y quiero tenerla a toda costa. Pero, no quiero dolores de cabeza y quiero saber todo de ella antes de acercarme. __ Esta bien me haré, no creo que sea difícil aunque por lo que veo parece que tiene una vida bastante interesante. __ Eso es lo que más me gusta de ella. No me gustan las cosas fáciles, me gusta un buen desafío. Dimitri Termino de hablar mostrando una sonrisa maliciosa. __ Ya vuelvo. Boris sacudió la cabeza con una risa y se puso manos a la obra. Había bajado para hacer la primer parte de su trabajo y mando a seguir a la rubia. No estaba seguro de lo que el destino tenía planeado para ellos, pero lo que si sabía era que no sería nada aburrido. Unos días más tarde Dimitri estaba en su oficina esperando a Boris. Estaba ansioso hoy por fin le entregaría toda la información de la rubia. Al entrar Boris con una carpeta bastante gruesa el sonrió malicioso. __ Bueno, ¿Que has descubierto? Pregunto impaciente. __ Bueno, esa chica es más complicada de lo que pensé. Se llama Sarah Huester, 22 años,es hija de americanos y está estudiando en nuestro país en una universidad de derecho. Es estudiante de intercambio, vive en un pequeño departamento cerca del campus. Sus padres son abogados y es la hija menor de tres hijos. No hay hombres en su vida. Ah... Y entrena todos los días en el gimnasio de tu amigo kirov. __ Interesante. ¿Tiene problemas de los que deba saber? __ No he sabido nada de eso. Parece ser una chica bastante normal y corriente. Aunque con una vida bastante ocupada por sus estudios. __ Bueno, eso es bueno. creo que podría ser un buen momento para hacer mis movimientos. __ ¿Siempre va al mismo club? __ Esta a pocas cuadras de su departamento y va con su amiga viernes y sábados por la noche . Por primera vez en su vida Dimitri ponía atención en algo más que su venganza y su trabajo. Era un hombre de 28 años que no le daba importancia a este tipo de cosas. Seducir el mismo a una mujer era algo que él jamás había hecho, todas las mujeres se le tiraban encima y ya estaba aburrido de eso. Era momento de distraerse y ella sería su único entretenimiento a partir de ahora. Unos días después... El viernes al fin había llegado y Dimitri y Boris llegaron al club por la noche con una sola cosa en mente, encontrar a Sarah. Dimitri subió al vip que era solo de el y se acercó a la baranda para buscar a la rubia y finalmente la encontró charlando animadamente con un chico de más o menos su edad. Su instinto posesivo había despertado pero el mantuvo la calma y se contuvo. Había decidido que esa noche le hablaría a Sarah pero no sé la llevaría aún. Claramente sus intenciones eran llevársela lejos de todo ser humano y tenerla solo para el. Dimitri sabía que a Sarah no le gustaba el coqueteo, así que jugaría su juego, el jugaría su papel de inalcanzable igual que ella. Dimitri bajo al bar, atravesó la pista de baile y luego se sentó junto a ella. Ni siquiera la miró. Sarah sorprendida lo quedó mirando con ambas cejas levantadas y le hizo señas a su amiga para que lo mire. El escucho el cuchicheo entre ellas y sonrió para sus adentros. Sarah lo miro fijamente, obvio le estaba haciendo un escáner, es alto, bien proporcionado, músculos bien marcados, castaño, ojos casi negros y un rostro de infarto. El sabe que no hay mujer que se le resista y ella no era la excepción. Dimitri le pide a la chica del otro lado de la barra un whisky doble sin hielo y espero paciente a dar su primer paso. Al mirar a su lado se encuentra con la mirada de la rubia en sus ojos. Ella le sonrió y lo saludo. Dimitri la miró rápidamente de arriba a abajo y la saludo con indiferencia y frialdad. Trato de ocultar el fuego que ardía en su interior. Ella en cambio estaba más que ofendida por el saludo seco y la poca atención que el le había mostrado. Es el primer hombre en Rusia que la había mirado así. Le comentaba a su amiga que tal vez era gay, todos los hombres así de hermosos lo eran. Dimitri escuchaba la conversación de las dos chicas, no se estaban molestando en bajar la voz, ellas hablaban ingles entre ellas y podía entenderlas perfectamente. El las miraba serio. Las chicas se dieron cuenta de eso. El se acercó a la chica del bar y pago su trago y antes de levantarse le dejo una generosa propina. Dimitri se levanto y se dispuso a salir ignorando la mirada de Sarah clavada en el. Ella se sintió realmente ofendida y molesta. Era la primera vez que le interesaba un chico y este no la acosaba ni le proponía cosas obscenas. Creyó que el sería diferente, en realidad lo era, no era igual a todos los imbéciles que frecuentaban el club. Era la primera vez que era indiferente a los ojos de un chico guapo como el... Cuando Dimitri dio uno o dos pasos Sarah no se pudo resistir y le dijo casi gritando para que el la escuche, llamando así la atención de las personas que estaban cerca. __ Oye, eres gay? Dimitri se detuvo y se dio vuelta para mirarla. El mostró su mejor sonrisa baja bragas y respondió. __ No, no soy gay. Simplemente no me interesas. Sarah se sintió herida por sus palabras. __ ¿Que quieres decir con eso? preguntó. __ Lo que quiero decir es que eres una chica atractiva pero no eres suficiente para mí. Necesito algo más en una mujer, algo que tú no tienes. La boca de Sarah dibujo una O. estaba indignada el la había humillado y todos habían escuchado fuerte y claro sus palabras. __ Bien, solo estaba intentando hablar contigo pero me ignoraste. No eres diferente del resto de monos que vienen a este club. Se dio vuelta y se marchó con su amiga a los baños. Dimitri se quedó ahí de pie, observándola alejarse con una gran sonrisa en los labios, no le importa lo que Sarah pensará de el, tenía sus propias razones para alejarse de ella y lo más gratificante, ella había probado un trago de su propio caldo. Esa noche se sintió satisfecho. Esa mujer loca sería solo de el.
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