Sostengo con fuerza la mano de Logan, cuando los gritos exacerbados de dolor, por las contracciones de Pamela, inundan la sala. La ubican en una camilla, para sacarla con rapidez y llevarla al hospital. Antes, le indican que debe de calmarse y respirar de manera prolongada para que pueda aliviar el dolor, mientras cuentan cada contracción. ─¡Cállate, no sabes a quién le hablas! ─Exclama, encarando sus ojos azules, en mí. A través, de la máscara que le proporciona oxígeno. Siento pena, por ella, el que se obsesionara con Logan. Pero el odio, por lo que le hizo a él, aún está latente, nublando la pena por completo. Levanto el mentón, manteniendo mi firmeza, viendo cómo se la llevan, finalmente y escoltada. ─No se preocupen, su familia podrá intentar negociar el tiempo junto al modo en qu

