NARRA VALENTINA. Apenas dije aquello, la novicia prácticamente corrió fuera de la oficina, no hubo respuesta, ni palabra alguna de su parte, solo salió de aquí a toda prisa. Mientras mi corazón latía muy rápido y mi respiración estaba agitada. No lograba comprender estos nuevos sentimientos, ni la pequeña revolución que ella ocasiona cada vez que estaba cerca de mi, pero ahora mismo no busque analizarlo, pues todo lo que me sucedía además de ella, era suficiente por esté. Miré hacia la puerta rogando que ella cruzará, debo confesar que necesitaba verla unos minutos más, o al menos unos escasos segundos más. Ya que ahora mismo no era odio lo que precisamente había logrado relucir en mi aquella novicia desobediente. No estaba segura si se había marchado hace algunos segundos o tal vez h

