Abril 2018 Leo đź’» DespuĂ©s de nuestro encuentro con Diana todo parecĂa estar en calma, pero podĂa sentirlo en mis huesos, era la calma antes de la tormenta, Val estaba de muy buen humor y estábamos en nuestro mejor momento y muy felices, demostrando lo mucho que nos amábamos sin parar, no me lo decĂa pero me lo demostraba. Hasta que las llamadas comenzaron de nuevo con mayor insistencia, eran tantas que no podĂa, ni querĂa ocultarle nada más a Valery, bloquee el nĂşmero de telĂ©fono de Diana y ella empezĂł aparecer por la oficina casualmente, dejando mi cafĂ© preferido o algunas galletas caseras. No conseguĂa que parara, ella solo me suplicaba que por favor le diera la oportunidad de hablar, asĂ que si era lo que hacĂa falta para que parara y me dejara en paz, pues hablarĂa con ella solo una

