Alexandra Nikolaus
14 años. Julio/2017.
Escucho un poco de ruido en la sala, miro mi reloj son; las 1:30 a.m. esta madrugada, me extraña, pero podría ser Basti el va de fiesta cuando mis tíos no están, e no vendrán sino hasta pasado mañana, me levanto poco a poco, lento estoy en pijama, pues hay seguridad afuera de la casa, no creo sean ladrones, cuando llegó está Maxi en la sala, ha estallado una botella en el suelo, ese fue el ruido que escuche, está tomado.
Me ve, y a pesar que el me gusta, siento miedo su mirada es fría, parecen cuchillas invisibles que te cortan.
—¿QUE HACES AQUÍ? — pego un pequeño brinco cuando el me pregunta eso de esa manera, me da miedo pero contesto algo tartamuda.
— Es- cuché un - ru-i -do. — Comento nerviosa en este momento Maxi me da miedo.
El se ha vuelto muy agresivo, mi tío lo maltrata mucho.
—SI SERÁS TONTA, QUE PODRÁS HACER ALGUIEN COMO TU; SI FUERA UN LADRON. —
Yo solo callo pues el tiene razón..
pero toma otra batalla que tiene, me ve de arriba a abajo pues he llegado casi así lado, estoy parada de frente.
Se sonríe y dice con su rostro como si un demonio lo poseyera.
— ¡Pero ya que bajaste, podríamos hacer algo! y así cobrarle a mi hermanito tu novio-prometido, que fui primero. —No entiendo bien lo que dice, pero se levanta y viene ami, por reflejo doy un paso hacia atrás, pero Máximo es fuerte y grande y de un solo movimiento ya estoy en sus hombros como un costal.
—Ahhh...— Grito por reflejo;
— Máximo por favor, bajame, ¿a donde me llevas? ¿que te pasa; estás borracho? — le digo pero el no me escucha, me alarmó cuando entra en su habitación, siento miedo.
—¿Máximo por qué me traes aquí, ? ¿ Déjame salir por favor.? — El me ve, me ha dejado en su cama; está parado en frente, niega.
— ¡ Vaz a hacer, mi mujer. !— y viene a mi, yo niego, y empiezo a gritar pues el está tirando de mi pantalón y trata de romperlo.
—Ahhh, Maximo, No que te pasa, No quiero....No..— Me quita mi pantalón y toma mi blusa y la rompe, lo hace tan rápido que me asusto mucho más, ya se ven mis pechos desnudos y solo faltan mis bragas, estoy asustada se me ocurre gritar a Bastian y lo hago.
—Bastian ayudameeeee— no terminó de gritar el nombre cuando siento un golpe, en mi mejilla y el sabor metálico en mi boca.
( Lloro ).
—No Maxi, No no quiero por favor. — El me ve muy enojado.
—[VAZ HACER MI MUJER QUIERAS O NO. ] — Me grita muy fuerte y termina de romper mis bragas no se en que momento se había quitado la camisa y su pantalón, de un solo movimiento se quita sus bóxer y está arriba mío, sostiene mis manos con una sola suya, con la otra, lleva su m*****o a mi intimidad.
Lo hace de una sola embestida, fuerte duro, siento cuando entra y abre mis carnes, cuando desgarra mi himen, y entra todo.
(Grito)
—Aaaaayyyy.—. Lo saca y lo ve, se sonríe me ve a mis ojos que lloran.
—Tan pura para mí.— me dice, pues su m*****o estaba manchado por mi sangre, sangre de mi virginidad que le estaba robando.
Me embiste con toda su fuerza, con todo (lloro) el no tenía piedad de mi, me azotaba con todo su ser, con toda su fuerza. Gemía.
—Ohhh, mi Álex eres la mujer más exquisita que haya probado. —
Yo solo lloraba, pues el dolor me estaba carcomiendo.
—Ya por favor Maxi, ya no más, (llorando).
Solo escuchaba su gemir, pues su placer era supremo.
—Ohhh Alexxx...Ohh—luego de esto se corre en mí.
Cuando termina no sale de mi, me besa, fuerte, duro.
Me toma fuerte mi rostro lloroso, de mi menton; y me dice.
—Esto para que nunca se te olvide Alexandra Nicolaus; que eres mía, y de nadie más.— Me dice.
— Dilo— me pide, pero yo no puedo, solo lloré.
— DILO MALDITA SEA.— Me grita muy fuerte al mismo tiempo que me aprisiona mi cara.
—Soy (sollozo) Tu-ya.—. me ve se sale de mi, pero antes de ir al baño me dice..
— ¡No te dejaras tocar de nadie más! Alexandra o te mato, tu eres solo mia. — Me dice está muy violento, estoy asustada, lloro me duele mi centro.
El va al baño y trae un paño húmedo, viene a mi, me retira la sabana que encontré y con la que cubría mi cuerpo, me jala muy fuerte a el, y me limpia, los restos de sus fluidos y sangre.
°°°°°?
Máximo Sergeev
21 años.
Llegó a casa, voy al despacho de Néstor; busco dos botellas más de licor, me bebo la primera casi de un sorbo; me vienen pensamientos de ella, el vestido blanco como lo lusia en la fiesta, su sonrisa, su cuerpo ya de mujer, estoy en mi frenesí de pensamiento sobre ella cuando la escucho, no es silenciosa al llegar, está en su pijama; un shorts corto y una camisa de tiras, con muñecos ballenas azules.
—¿QUE HACES AQUÍ? — le digo muy fuerte, pues mi ira y rabia es de este tamaño. Brinca cuando le hablo
—Es- cuché un - ru-i -do. — tartamudea.
—SI SERÁS TONTA, QUE PODRÁS HACER ALGUIEN COMO TU; SI FUERA UN LADRON. —.
Ella está callada y yo aprovecho y la miro sin pudor alguno, sus piernas, su cintura, cadera y sus pechos, con este pijama se le nota mucho que ya es una mujer.
Me sonrió pues soy Máximo Sergeev el próximo líder, pues mi padre me ha hecho recordarlo tanto y en el proceso torturarme, que podría conseguir lo que quiera o mejor dicho. ¿por que yo no podría conseguir a la mujer que quiero, y de paso cobrarme?.
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Pobre de Alexandra está pagando la ira de Max, si estás tan molesto con tu vida no te desquites con ella.
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