Capitulo 5

1180 Words
Catherine se sentía tan avergonzada por lo sucedido la noche anterior. No podía creer que se hubiera permitido  la infamia que había cometido. Aprovecharse de la situación en la que se encontraba el Lord. Ciertamente, él no estaba en sus cinco sentidos, cuando la beso. El olor alcohol  era evidente y ella en vez de haber sido  prudente, se había dejado atrapar por sus encantos y por la forma en la que se había sentido, cuando la beso. Sabia que esta situación le iba a costar su cargo. ¿Qué se podía esperar de una institutriz ,que a la primera situación comprometedora ,se dejaba seducir? Estaba segura, que el Lord pensaría que no era el mejor ejemplo para su adorada hija. Así comenzó a preparar sus maletas para su inminente partida. ¡Milord ! Escuchaba Havisham mientras una de sus almohadas estaba aplastada sobre su cabeza mientras dormía - ¡Milord! - siguió escuchando en sus sueños. Hasta que percatarse que la voz era de su ayuda de cámara ,Albert. Saco la almohada que cubría su cabeza y tomo asiento sobre el colchón ,para observar como Albert preparaba sus cosas. Havisham, sentía que su cabeza iba a explotar y no culpaba a nadie más, que a él mismo por su estado. Hace mucho tiempo, que no bebía tanto y le paso la cuenta. Mientras  su ayuda de cámara lo ayudaba a vestirse. Imágenes de la noche anterior empezaban a asomarse tras la borrachera. Recordaba haber estado con su viejo amigo en el club, y que este debido a su estado lo dejo en su casa, pero no por la puerta principal ,si no  por la puerta de servicio. Recordó, quedarse en la cocina bebiendo un licor que encontró entre los estantes. Después de todo eso  una mujer hermosa que apareció en un camisón, a la que no pudo evitar acercarse ,  se parecía tanto a su mujer, pero al verla recordó la decepción que se había llevado la vez anterior no era su fallecida esposa ... era la señorita Smith lo revelaban sus ojos,- sus ojos son tan distintos  - pensó.   la  había llamado "bruja" y que luego la pasión lo hizo arder y la beso...como nunca antes había besado, un beso lleno de nostalgia y nueva pasión, por esos ojos con una mirada soñadora. Pero la magia de ese beso termino y con ello vino la vergüenza. La pobre muchacha había escapado de él. Se sentía culpable , mortificado por la situación. Se aprovecho de ella y no había justificación para eso. Le pediría disculpas era lo mínimo que podría hacer.  Catherine intentaba poner en orden sus ideas. No sabia muy bien con quien debía hablar para presentar su renuncia. Sentía que con El Lord, seria todo  muy incomodo, pero dado a que era su empleador, seria mejor tratar el tema con él. Su mente divagaba cuando Clara, la doncella entro en su habitación. -Señorita Smith. Buenos días, debo infórmale que el Lord la espera en su despacho. Dice, que desea hablar con suma urgencia con usted- cerro la puerta y se marcho. Catherine no quería verlo tan pronto. Lo mas probable  la llamara para despedirla, era de esperarse después de la forma tan indecente en la que se había comportado, ¿ podría esperar menos? termino de acomodar su cabello y bajo las escaleras. Para afrontar uno de los momentos más embarazosos de su vida. Lord Havisham, se paseaba por su despacho, pensando ¿de que forma podría dirigirse a la señorita Smith?. todo era tan incomodo, él era un caballero y se había comportado como un verdadero patan. Esa muchacha de veinte años, se cruzo con el lobo en la cocina, y se avergonzaba por ello- ¿Qué le diría? - bueno, no quedaba más que excusarse con lo obvio. Estaba ebrio y no se encontraba en sus cinco sentidos. Tendría que prometer que la situación ,no se volvería a repetir. Catherine golpeo la puerta y no escucho ninguna respuesta. Al tercer golpe, escucho unos pasos que se aproximaban. La puerta se abrió revelando a Albert, el ayuda de cámara del Lord - Señorita Smith, ¡pase! el Lord la espera- Albert le se dio el paso. Lord Havisham se encontraba de espaldas, mirando por la ventana del despacho, hacia la calle -Gracias Albert, te puedes retirar- ordeno el Lord -  el anciano Albert ,cerro la puerta tras el y se marcho. Pasaron unos minutos en silencio, Catherine se quedo en el medio del despacho, sin saber que hacer, él no le dirigía la palabra, ni la miraba. De pronto ,dio la vuelta y fijo su mirada en ella, Catherine sintió como sus mejillas comenzaban a enrojecerse, recordando lo que había pasado la noche anterior. Sus besos, sus manos, su dureza. Havisham noto en la cara de la Señorita Smith, lo que estaba pensando, por que era exactamente lo que pasaba por su mente, tocio para aclarar su garganta, que se comenzaba a secar - Señorita Smith. la cite aquí para poder disculparme por mi comportamiento, durante la noche pasada. Se que mi conducta no fue  digna de un caballero de mi rango, y por eso le pido me dispense por la barbaridad que cometí con usted- se quedo mirando el rostro sorprendido de ella, mientras recitaba su estudiado discurso. - espero su reacción, pero ella no decía nada- Señorita Smith, ¿ no  tiene nada que decir al respecto? Catherine reacciono a sus palabras finalmente - Milord, me encuentro sorprendida por sus palabras. Pero la verdad, es que pensaba renunciar a mi cargo, por lo ocurrido. creo que mi conducta fue absolutamente reprochable. ¡No, es su culpa lo que ocurrió anoche señorita! fui yo el responsable...no debe preocuparse por ello. Me comporte de la forma mas baja con usted. No me parece, que por culpa de ello, usted deba renunciar. Además, mi hija se ha encariñado con usted, y la verdad es que estoy muy satisfecho con su trabajo- tarde se dio cuenta que esta última frase, hizo sonrojar a la pobre muchacha. se podría interpretar, un doble sentido en esas palabras. Milord estoy muy agradecida, pero la verdad ...es que no me sentiría cómoda. ¡No se hable más,! le juro que nunca se volverá a repetir y ahora retírese a realizar sus labores señorita- dijo Havisham, dando el tema por zanjado. Catherine hizo una inclinación y camino hacia la puerta. Cuando iba abrir la puerta, dio vuelta su cara, encontrándose sorpresivamente con la mirada del Lord directamente en ella. se quedaron contemplando con pasión hasta que ella saco la voz y pronuncio - ¡Gracias! - y salió del despacho. sentía estremecimientos en todo su cuerpo, por la mirada tan intensa. Havisham tenía un pequeño problemas entre sus pantalones-¡ maldita muchacha!- había logrado el mismo efecto, que en la noche anterior. Parece que tendría que hacer caso a su madre, buscar alguna candidata a esposa. Su madre, le había hablado de la Condesa de Wellington. Una viuda que el conocía muy bien , que no había procreado hijos y que buscaba un nuevo esposa.
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