—¿Vas a tener sexo con ella? —Alina exclamó mientras se sentaba de la cama. Leo suspiró. —La doctora dijo que será la forma más rápida de dejarla embarazada —dijo—. Ya les dije a mis padres que Elisa está embarazada, así que esta es la apuesta más fácil. No queda otra opción es eso a que mis padres descubran todo el engaño. Alina lo miró fijamente. —¿Por qué no podemos simplemente continuar con este proceso artificial? ¿Tus padres no pueden esperar un poco más? —Yo también quiero continuar así, nena —dijo, frotándole la espalda—. Pero me temo que tardaría demasiado. —Lo que sea —murmuró en voz baja—. No vas a tener sexo con esa mujer. Ella solo te está usando por tu dinero, ¿sabes? ¡Y no puedo compartirte con nadie más! Alina estaba enfurecida, furiosa, incluso. No le gustaba la ide

