POV NOAH
Había pensado mucho en el trasfondo de las palabras de mi dulce chica, en que realmente no era una mujer libre y que siempre dependería de una manera u otra de su familia, con una llamada su padre podría darle vuelta a su mundo, lo cual de ninguna manera me hacia sentir seguro, no era que en mi familia las cosas fueran una maravilla como para juzgar la suya, pero sin duda eran diferentes.
La facilidad con la que desapareció de mi vida…había hecho a mi corazón sufrir demasiado, aunque quisiera fingir que las cosas seguían iguales era evidente que la confianza que sentía por ella se había quebrado, muchas cosas habían cambiado entre los dos.
Puse mis manos sobre las suyas, obligándola a dejar ir mi rostro.
La vi de la manera mas sincera que me fuera posible, esperando que ella entendiera lo que significaba mi mirada.
-Zoé, me encanta tenerte de vuelta y saber que estas bien, pero ambos sabemos que lo que paso marca un antes y un después en nuestra relación- mi tono de voz fue cauto porque no deseaba herirla, solo quería ser sincero sobre mis sentimientos.
Pude sentir como quería alejar sus manos de las mías, buscando espacio, seguramente se sentía mal por lo que acaba de decirle.
-Escucha, se que no he sido el mejor hombre en tu vida, continuo el patrón de hombres violentos en tu vida y nunca desee ser esa clase de persona- levante mi mano contra sus labios evitando que hablara- casi mato a un hombre Zoé, no tiene matices, es lo que es, se que lo hiciste desaparecer, pero si no fuera por mi error no te habría perdido-
Baje mi cabeza sintiéndome culpable, porque, aunque su padre estuviera atado a ella por la carga genética que compartían, si yo no hubiera actuado de aquella manera impulsiva seguramente ella nunca habría tenido que ir a darle explicaciones a su progenitor, el cual seguro consideraba que era una pésima influencia para su princesa, además de que era su única hija mujer.
Negue con mi cabeza, tenia demasiados pensamientos bordeando los limites de mi mente, enloqueciendo conforme trataba de llegar a una respuesta.
Sus suaves dedos se pasaron por las hebras de mi cabello, haciendo pequeños círculos para permitirme estar tranquilo, atrajo mi cabeza contra su pecho, podía sentir su corazón latiendo como un caballo que esta galopando campo abierto, parecía estar desenfrenado.
¿Qué podría estar pensando? Estuvo un tiempo solo acariciando mi espalda, haciendo con sus dedos círculos sobre mi piel o figuras que cuando estaba por terminar comenzaba una nueva, me encantaba.
Ella hacia que naciera en mi una paz interior, la misma que se llevo cuando partió lejos de mí.
Cuando creía que ya no diría nada, su voz emergió algo cortada.
-Hablas…del pasado que tuve y sobre los hombres violentos en mi vida, pero realmente no te he contado sobre lo que realmente pase al lado del que pensaba era el amor de mi vida y…- respiro profundo seguramente conteniendo las lágrimas, mientras tanto yo tenia los ojos cerrados apoyando mi frente en su clavícula- no te pareces a ningún hombre que halla conocido Noah y aquello que hiciste es para mi el gesto mas desinteresado que alguien hubiera hecho por mi-
Sentí como una lagrima rebelde se adentraba por mi cabello, había abierto heridas profundas en ella y mi chica se estaba derrumbando. Me aleje como pude de ella para poder mirar sus preciosos ojos oscuros, limpie las lagrimas que sus mejillas guardaban sin recelo, llegue hasta la comisura de sus pestañas viéndolas especialmente largas y gruesas por las lágrimas.
-Zoé…no es necesario que me digas nada, yo tuve…- fue su turno para poner los dedos en mis labios evitando que pudiera continuar.
POV ZOÉ
No podía soportar por mas tiempo que el se echará la culpa de cosas que él no sabía, no tenía idea las cosas que viví al lado de aquel hombre despiadado y sin escrúpulos.
-No entiendes Noah…no sabes lo que es vivir en un engaño y sentirte burlada e insignificante cada momento, como se siente amar a una persona que destruye la confianza que hay en tu cuerpo y te hace dudar de todas las personas que conozcas- negué con mi cabeza, presa de mis recuerdos.
-Cuando lo conocí, yo era algo tímida y sosa debo decir, el era…como un sol ¿Sabes?, podías sentir el cambio cuando el entraba a cualquier habitación, todas las miradas estaban siempre sobre él, sabía que decir para hacer que todos lo amaran, así fue como una idiota caí en su trampa, cuando comenzó a hablar conmigo me deje cautivar por su amplia experiencia- pase saliva, tratando de sincerarme con ambos – estar a su lado le daba sentido a todo, encajaba con todos de repente y era sencillo estar a su lado, solo debía tomarlo de la mano, caminar por ahí, hablar con un par de personas que hacían todo por mí, buscaban ganarse nuestra aprobación-
Baja mis dedos dándome cuenta que Noah no volvería interrumpirme.
-No recuerdo cuando comenzaron las fiestas pero…cada una era mas intensa que la otra, al principio no había problema en que no conociera a nadie o no quisiera probar nada, pero conforme pasaba el tiempo era muy evidente que entre los dos existía una brecha, una que sin duda deseaba romper- pase saliva pensando en lo idiota que era- las palabras como niñita, inocente o muy joven se convirtieron en un insulto y pronto la presión era tanta que de un par de cervezas pasamos a unas caladas, una línea, una inyectada y bueno…nada parecía suficiente para el-
Podía ver la dureza en los ojos de mi querido chico, parecía estar a punto de lanzar llamas por ellos.
-Lo sé, se lo que piensas que era una idiota, pero lo amaba o al menos eso pensaba en aquel momento, me había vuelto adicta a su atención, cuando nos hicimos más cercanos comencé a quedarme en su casa, por cualquier razón o por ninguna, entonces “accidentalmente” golpeo mi cabeza, era muy idiota en aquella época, no sabia ponerle limites, empezaron en lugares poco visibles y luego de que pasaban el volvía hacer el hombre cariñoso del que me había enamorado perdidamente-
Una lagrima rebelde rodo por mi ojo y la limpie rápidamente.
-Pensaba que podía controlarlo, que era un buen hombre que eran las drogas lo que lo convertía en un hombre violento, cuando lo convenciera de dejarlas el sería el chico dulce del que me enamore- solté una risa ahorcada de mi garganta- deje de creerlo cuando casi me mata a golpes por que había un mensaje de un tipo desconocido en mi celular- mire a mi chico dulce a los ojos con seriedad evaluando la expresión de su cara.
-Vi al hombre que me amaba casi acabarme a golpes por que yo “no sabia controlarme con los hombres”- trate de controlar mis ganas de llorar- cuando viste que casi abusaron de mí, no me dijiste “mírala como esta vestida se lo merece” o me cerraste la puerta en la cara, créeme cuando te digo que no te pareces nada a mi ex -