Solo Mia

01

CINCO AÑOS DESPUES…

Veo la ciudad a través de la ventana del avión privado que nos trae directo a casa. Observo a Matías profundamente dormido frente a mí y recuerdo lo que ha pasado este año.  Hace ya un año nos graduamos de la universidad y acordamos con nuestros padres tomar un año sabático antes de comenzar nuestra vida laboral en nuestras respectivas empresas.

Nuestros padres nos regalaron un viaje por el mundo el cual duró un año exactamente y todo fue maravilloso, conocí muchas culturas e idiomas y me encantó. Pero sin importar a dónde fuera Eirin no salía se mis pensamientos, conocí muchas mujeres, pero ninguna fue capaz de hacerme olvidar aquellos impresionantes ojos.

Cuando aterrizamos Matías aún sigue dormido por lo que tomo una alumna y se la lanzó.

-              ¿Pero qué demonios te pasa? – dice molesto mostrándome el dedo medio.

-              Ya aterrizamos – digo y él se pone la capucha de su sudadera mientras nos ponemos de pie.

Al salir del avión en la pista ya nos espera Marcos listo para llevarnos a la casa de los Ross. Matías va adormilado por lo que cuando entra al auto se queda nuevamente dormido. Yo por el contrario me siento ansioso, después de cinco años la veré de nuevo, ya no es una niña, ahora es una atractiva adolescente quien está incursionando en el mundo del modelaje.

Durante este último año, la he visto en diferentes campañas se marca famosas como Calvin Klein, Anastasia Beverly Hills, entre otras. 

Cuando llegamos a la mansión ya ha oscurecido, Matías baja aún adormilado y yo lo observo divertido, en ese momento escuchamos el ruido de un auto aparcar tras nosotros, me vuelvo a ver de quien se trata y veo un Ferrari de color n***o, veo que del auto se baja nada más y nada menos que la chiquilla que me quita el sueño, aunque ya no es una chiquilla, ahora es una joven increíblemente hermosa.

Va vestida con un pantalón n***o, una blusa Blanca, tenis del mismo color y una gabardina verde militar, su cabello recogido en una coleta alta y su rostro sin una gota de maquillaje.

-              Llegaron – dice ella acercándose a nosotros, sus ojos se posan en los míos haciendo la piel se me erice.

-              Hola – la saludo y ella viene hasta mi para darme un beso en la mejilla haciendo así que, si olor inunde mis fosas nasales, lavanda reconozco el olor.

-              Hola Dante – contesta mirándome a los ojos de forma coqueta.

-              Hermanita – dice Matías quien parece haberse despertado y viene abrazarla – cuanto te extrañe – dice alzándola del suelo y ella grita.

-              Y yo a ti – besando su mejilla repetidas veces.

Los tres entramos a la mansión donde ya nos espera Clarisa. La cual nos saluda e informa que nuestros padres no se encuentran y que puedo quedarme esta noche.

-              En unos minutos serviré la cena – nos informa antes de que los tres las escaleras cada quien a su habitación por qué sí, tengo mi propia habitación en la mansión de los Ross al igual que Matías tiene una propia en mi casa. 

Me doy una ducha rápida para luego ponerme el pijama ya que solo quiero dormir. Salgo de la habitación encontrándome con Eirin quien ya se ha quitado la chaqueta.

-              ¿Qué tal el viaje? – pregunta parando frente a mi

-              Asombroso – digo y ella me sonríe – nunca llegamos a imaginar que hay tantas cosas por conocer y aun así, con un año completo y una tarjeta sin límites no se llega a conocer por completo.

-              Me gustaría hacer lo mismo algún día – dice soñadora.

-              La carrera que has elegido te lo permite – contesto recostándome sobre la pared.

-              No es igual – dice ella haciendo lo mismo, pero subiendo un pie – si viajaré a muchos países, pero jamás será como lo de ustedes.

-              ¿Te gusta? – pregunto y ella me observa confusa – el modelaje

-              Si, aunque hasta ahora comienzo – responde con una sonrisa que hace que algo se mueve en mi interior. – pero como te digo, hasta ahora empiezo además sé que debo terminar la prepa.

-              ¿Cómo lo haces?

-              Profesores particulares – responde como si nada – fue la condición que puso mi padre, además de ir a la universidad.

-              ¿Qué te gustaría estudiar?

-              Lo mismo que ustedes – dice sonriente – negocios y administración de empresas.

-              Son dos carreras – recuerdo

-              Lo sé, en dos semanas termino la prepa y como voy a estudiar a distancia se me facilitarán las cosas – ríe

-              ¿Este año? ¿No te falta un año?

-              Soy una genio – dice y me pierdo en lo profundo de sus ojos, está niña me volverá loco. La puerta de la habitación de Matías se abre haciendo que lo observemos.

-              Vayamos a cenar que estoy que me duermo – dice él también en pijama.

Mientras bajamos las escaleras decidimos cenar en la cocina y cuando llegamos allí, Clarisa nos sirve la comida.

-              ¿Ya decidiste que quieres hacer para tu cumple? – pregunta Matías y entonces recuerdo que su cumpleaños es el veinticinco de Julio, cumplirá dieciséis. 

-              No, aún no lo sé – responde y la observo comer, sonrió al darme cuenta de que uno de sus hábitos no ha cambiado. Ella sutilmente huele la comida y casi nadie sabe eso. Sé que si el olor de la comida no le gusta no la comerá por más deliciosa que esté la comida.

-              ¿Quieres algo en especial? – pregunta Matías y escucho atento ya que su respuesta me interesa.

-              Un perro – responde bebiendo su jugo.

-              ¿Un perro? – pregunta de regreso - ¿qué perro?

-              No sé, solo no quiero uno común, quiero uno único como yo – dice riendo y ese sonido hace que mi corazón se acelere.

-              Aunque como tú ya comenzarás a ganar mucho dinero quiero un veneno – dice divertida

-              ¿No irás a suicidarte? – responde Matías asustado.

-              No, idiota – dice divertida – quiero un Lamborghini, tu tuviste uno cuando cumpliste la misma edad.

-              Pero que envidiosa eres – respondo  y ella ríe.

-              Mentiras quiero un Bugatti – dice sin más y entre bromas y risas terminamos de comer para luego irnos a dormir.