Capítulo tres 22 de junio, Londres, Inglaterra La mañana del lunes, Kendrick Lawless recorrió el abarrotado metro hasta la estación de policía de Harlesden en Craven Park, en el vecindario de Church End & Roundwood, donde había sido inspector durante veintitrés años. Pasó como una docena de veces, todavía tenía la ilusión de ser ascendido a inspector jefe antes de jubilarse. A sus cincuenta y cuatro años, ya era canoso por completo. En años anteriores llevaba bigote, pero cuando se le puso cano, se lo afeitó. Sufría un sobrepeso de unos 18 kilos, y lo que le sobraba de diafragma lo ralentizaba. El primer caso en la pila de carpetas de su escritorio era «Intromisión con vehículos a motor». Kendrick tuvo que encontrar la definición exacta antes de interrogar al sospechoso. «Una persona

