Trigésimo primero

1966 Words
Cuando anoche terminó la obra y se fueron todos, nosotros nos quedamos ahí, los chicos de la obra y yo. Estuvieron arreglando todo, dejando ordenado y en su lugar las cosas para luego irse. Hablamos bastante y luego nos fuimos, lo que no había visto antes fue que a la entrada de dónde están las butacas había un cartel que decía "Si te gustó la obra, deposita aquí cuánto te gusto" y una flecha señalando un gorro, en el cual había mucho dinero, entonces como yo tenía cierta cantidad de dinero, porque pensé que iba a haber comida decidí poner ese dinero ahí, sin que me vieran y luego salí de ahí viendo a Ema hablar con sus amigos, para después mirarme y sonreír. Todos me miraron y sentí el calor correr por toda mi cara, especialmente en mis mejillas y disimuladamente mira hacia atrás "para ver si no deje nada" y volví a mirar al frente, todos se pusieron a hablar nuevamente y con Ema nos reímos, él provocaba este enrojecimiento y este fuego que corría dentro mío. Después de estar un buen tiempo ahí con sus amigos nos fuimos, ya era hora de irse y queríamos llegar antes de que mamá nos matara. En pocas palabras eso ocurrió anoche, hoy es mi cumpleaños, el día que debería de ser el más feliz de todos, cumplo 15 primaveras, aquí en mi país es normal hacer fiestas a las chicas que cumplen sus 15 años, porque si bien sabemos que todos los años se cumplen 1 sola vez en la vida, creemos que los 15 es una etapa en donde comienza tu vida de adolescente y se va mucho más rápido que cualquier otra etapa. Hoy con solo despertar recibí un desayuno especialmente para mí. - ¡Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumpla Isabella, que los cumplas feliz! - Escuché el canto de feliz cumpleaños de mi mamá y mi papá, mi hermano detrás y la abuela. Comencé a abrir los ojos y vi a todos cantando y todos alegres - Muchas gracias - Les dije a todos y sonreí de la emoción, era un día especial y me lo hicieron especialmente para mí. - Son tus 15 años hija, vamos a celebrar obviamente como con todos tus cumpleaños, pero este va a ser diferente a los demás - Dijo mamá muy entusiasmada sosteniendo la torta y papá el regalo de cumpleaños. - Feliz cumpleaños Ella - Me dijo papá y me extendió el regalo, el cual tomé y saque de adentro de la bolsa. Era un celular, un celular nuevo, hace tiempo el mío está roto y me compraron uno nuevo ahora, que emoción ver estás cosas. - Muchas gracias pa - Le dije y le sonreí dándole un abrazo. Mi hermano también vino a desearme un lindo día y la abuela también, la abuela me regaló plata, pero me dijo que no dijera nada. En mi desayuno había un café, jugo de naranja, galletitas dulces y alfajores y por último una torta chiquita, como para comerla yo solita. Me puse muy feliz y contenta y mientras ellos hablaban y hablaban yo comía en mi cama mi desayuno. Todos empezaron a irse porque tenían cosas que hacer y Alex antes de irse me habló. - Ella, yo vi lo que escribiste en esa lista - ¿Estuvo chismeando en mis cosas?, ahora sí que lo mato - Y sé que querías ese vestido y esas sandalias, sé que te gustaba la idea de hacerlo en el campo, a mí también porque me encanta todo lo natural - Me responde y ya sé por donde viene el asunto - Pero no se va a poder, no estamos con mucho dinero y es preferible que lo hagamos acá en casa, no te molesta, ¿verdad? - Me preguntó y yo en realidad no estaba molesta, estaba feliz porque iba a tener mi fiesta de 15 años aquí, en mi propia casa, con mi familia y amigos, nada podría salir mal. - No pa, no me molesta, yo ya sabía que no íbamos a poder ir al campo a hacerlo, pero me gusta la idea de hacerlo acá, así que supongo que está bien - Le dije y me encogí de hombros a medida que sonreía también, él solo me acaricio la cabeza y se fue. No era difícil saber que no teníamos dinero, pero sé muy bien que mi mamá daría todo por verme feliz, por eso salió a hacer conmigo mandados una vez terminé el desayuno. Salimos de compras y me compro un precioso vestido blanco que me llegaba hasta las rodillas, con una tela de encaje por arriba del vestido común, un cinto dorado y delicado para usar con ese vestido, una coronita y las sandalias me las compraba mi tía, ella quería regalarme algo y yo quería las sandalias y como a mamá no le iba a dar el presupuesto le dije que ella me regalará las sandalias. Ya teníamos todo pronto, mi outfit para la noche y el peinado que llevaría, un pelo suelto rizado con mi flequillo, cerquillo cómo le digan corto. Hoy comimos carne asada al medio día, con ensalada de papas y de postre helado, cuando terminamos de levantar la mesa y juntar la ropa y hacer todo lo de la casa me fui a aprontar para pasar la tarde con Ema, salimos muy temprano y fue un lindo día porque a pesar de que caminamos mucho disfrute cada paso que di con él. - Tengo un regalo para ti, linda - Me dijo Ema y con eso saco de su bolsillo un collar con un dije rojo y en medio una margarita marchita. Esa margarita debía de estar hace años ahí adentro, de alguien especial fue, por algo me lo está obsequiado y no solo el collar, sino una pulsera negra con 2 nudos y en medio de los nudos una cruz de plata, esa preciosa y hermosa pulsera no me la sacaría para nada y por nada en este mundo. - Gracias amor, es precioso todo y me encanta, me ayudas a ponerme la cadenita - le dije y solamente me miro y me hizo darme la vuelta, sus manos suaves cruzaron por mi cuello y cuando prendió el collar dio un beso en mi cuello, el cual me hizo estremecer y soltar el pelo. - Te queda bien, así como todo lo que te pones - Me mira y me guiña un ojo. Lo primero que hago es abrazarlo y reírme por sus ocurrencias. Con Ema tenemos charlas profundas, hoy ha estado más pendiente del celular que otros días y me preocupa un poco saber por qué está tan así, pero prefiero dejarlo pasar y no arruinar el momento con mis supuestos celos. Hemos hablado de muchas cosas y particularmente de a dónde quiero ir, cada 30 minutos o 1 hora me pregunta que a dónde quiero ir y este lugar, está plaza me está gustando mucho por ahora. Es muy linda esta plaza porque tiene muchos árboles y son altos, forman como una especie de techo con la copa de los árboles y la plaza queda hermosa, nadie viene casi, pero es muy linda y la paz y el aire que se respira es diferente al que se respira en el día a día. - Amo este lugar - Le confieso a Ema mientras miro como boba el cielo - Los árboles, sus copas, ese espacio pequeño que queda entre árbol y árbol para ver el cielo, me fascina - Le digo y veo que no hay respuesta de Ema entonces abajo mi mirada y lo encuentro enfrente, muy feliz y muy emocionado. - Me gusta que te guste este lugar. - Lo dice y me da un beso en la mano acercándose hacia mí - Que te parece si vamos yendo a tu casa, linda - Me dice y al ver la hora en mi nuevo celular confirmo que son casi las 19 hs, entonces le digo que sí, sé que mamá y papá tienen que hacer cosas hoy y no quiero ser una carga. Íbamos hablando cuando de repente frena en seco antes de llegar a la esquina y revisa su celular sonriendo ampliamente, entonces ahí es cuando me enojo, porque si está conmigo no debería de estar contestando los mensajes que recibe. En fin, me mira con una sonrisa y me saca de mis pensamientos. - ¿Vamos?, Te están esperando - Es lo que me dice y le respondo de forma brusca. - Ya deberíamos de estar en casa, si alguien no se hubiera puesto a contestar los mensajes - Le digo, negando con la cabeza y viendo que su sonrisa se ensancha más, suspiro y me giro para avanzar hacia casa y luego ver desde la esquina que hay un cartel enorme que dice "Felices 15 Ella" y con eso miro hacia atrás a Ema y le sonrió y con un ligero "perdón" salgo corriendo hacia mi casa a abrazar a mamá y a papá, a mi abuela, mi hermano, mis tíos que vienen de otro país, los abrazo y les doy las gracias porque sé que se esmeraron por hacer esto. Y ahora entiendo por qué Ema estaba tan concentrado en su celular, porque mamá estaba tan nerviosa ayer y porque hoy estuvimos todo el día afuera de casa con Ema y mamá no me dijo nada. Me separo de ellos y los miro a todos con el ceño fruncido y ellos solo se ríen, porque saben que me mintieron y me engañaron. Mamá me dice que pase y voy entrando por el pasillo de mi casa, cuando comienzo a ver las mesas distribuidas por todo el patio, una mesa grande con una torta y un fondo blanco y verde y letras en verde brillante que dice "Mis 15 Ella", veo los vasos y tienen un pegote que dicen lo mismo, miro las servilletas y son del mismo color, las sillas, las luces, todo está ambientado como si fuera una verdadera fiesta de 15 y lo es, es MI fiesta de 15. Mis ojos lagrimean, pero no lloro, sé que después tendré tiempo para hacerlo, camino por todo el patio de mi casa y es hermoso ver esto, ver la bola disco colgada en una barra de metal que sostiene también a la planta enredadera de mamá, miro los parlantes con la música bajita, veo que en un rincón, cerca de la torta hay un estante con dulces, golosinas y otras cosas, veo mucho y mis ojos no lo pueden creer. - ¿Te gusta? - Me pregunta mamá con los ojos brillantes como estrellas y como responderle que no, cómo mentir si ella fue quien hizo todo esto, fue quien se esmeró por hacer realidad un pequeño sueño, yo sé y sé bien que ella es fría, no es de dar ni demostrar afecto, pero se merece todo, ella fue madre y padre cuando mi padre biológico me abandonó, ella fue quien estuvo cuando yo la llamaba. Mi mamá, no puedo decir mucho de ella, porque no es perfecta, tuvo que aprender conmigo, fui su experimento y soy su experimento, no hay manuales de como criar a un hijo, por eso digo que soy su experimento, ella es especial, pero no es perfecta, tiene errores y esos errores a veces duelen, tiene defectos y esos defectos marcan heridas en el alma y el corazón, pero ella es mamá, siempre va a ser mamá y siempre va a ser a la mujer que más ame en el mundo, porque ella a pesar de que se quedó sola supo cómo salir adelante y a su manera sé que ella me ama, tanto, como yo a ella.
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