Vigésimo quinto

1978 Words
La noche siguió así, pasamos entre charlas, videos y comidas, hasta que vi el reloj y estaba marcando las 12, entonces sutilmente cinché el buzo de Ema y cuando me miro con sus ojitos tan bonitos me aclare la garganta. - ¿Vamos?, ya son casi las 12 y mamá no quiere que llegue muy tarde - Le dije en un susurro que pasaron desapercibido porque estaban a los gritos y risas entre ellos. - Vamos sí, deja que les aviso y nos vamos - Entonces se paró y mientras yo "ataba mis cordones" también me pare después - Nosotros nos vamos, la madre de la señorita no quiere que llegue tarde - Y todas las miradas se dirigieron a mí, si antes rojo tomate era un poco de rojo, consideren que quede más roja que un tomate. - Con que ustedes dos ¿eh? - Señala Íngrid hacia nosotros y yo solo atino a reírme y ponerme más roja. - Acá hay gato encerrado - Menciona uno de los amigos de Ema con los ojos entrecerrados. - Ya habrá tiempo para hablar, me voy porque se pone brava la cosa si no - Dijo Ema sonriendo y ambos salimos del instituto despidiéndonos de todos. - Oye porque hiciste eso, ¿sabes cómo van a estar después?, preguntando que fue lo que pasó y que somos y porque vos ya conocés a mi familia - Le dije riéndome, pero un poco alterada a la vez. - Les diremos que salimos y que nos estamos conociendo - Me guiña el ojo y con una sonrisa ladina me cincha del brazo para avanzar e ir yendo a casa. El toque de Ema siempre es cálido, sus manos siempre están calentitas, si bien sus manos son de hombres y tiene más grandes las manos que yo, amo poder sentir su toque, especialmente en mí. - ¿Me estás escuchando? - Pregunta, haciendo que dé un brinco por no estarle prestando atención ni un poco. - Lo siento, estaba pensando en que tengo hambre y sueño - Le digo y él solo se ríe y niega con la cabeza. - Estaba diciendo que en unas semanas es mi cumpleaños, ¿te gustaría ir? - Me dice y yo no sé cómo reaccionar porque conocería a toda su familia y eso me da miedo, mucho miedo - Hey, tranquila, no es como que vayas a conocer al presidente, solo estarán mis padres, mis hermanas y unos amigos - Responde y yo no sé qué decir. - E-Estas s-seguro?, no es como que no quiera conocerlos, es solo que... Me da cierto pánico conocer a tu familia Ema - Le digo y al él notar mi nerviosismo se ríe y me abraza, transmitiéndome tranquilidad y seguridad. - Si preciosa, estoy seguro, además que mejor momento que presentarte el día de mi cumpleaños, sería más fácil y más rápido, así te evitas las presentaciones con mi familia más adelante. - Lo dice tan natural y sinceramente creo que tiene razón. - Está bien, voy a ir, pero que conste que si no les caigo no vuelvo a ir ahí nunca más, ¿entendiste? - Le señalo con el dedo y el solo se ríe y me da un beso en la frente. - Lo que digas enana, ahora andando, que ya pasaron 5 minutos de las 12 y estamos a 3 cuadras aún - No sé qué pasó, pero quedé embobada, y camine así por una cuadra hasta que sacudí mi cabeza y veía que Ema hablaba mientras sostenía mi mano entrelazada a la suya, algo tan natural, pero que vista desde mi lugar era algo especial y único. Ver a Ema siempre era un deleite a mis ojos, su altura era casi parecida a la mía, cabello n***o, peinado hacía un lado y hacia atrás, ojos café, una nariz recta, labios finos, pero apetitosos para mí, su cuerpo era proporcional, tenía unos muslos increíbles y unos brazos fuertes, y verlo de perfil me hacía querer tirarme encima de él. Íbamos llegando a casa cuando me detuvo y me arrinconó contra la pared, haciendo que mi respiración se entrecortara y mis piernas comenzaran a temblar, me tomo de la cintura con una mano y con la otra tomo mi rostro y con delicadeza me acerco a él besándome lenta y pausadamente, causando en mí una sensación increíble. - Espero mañana nos podamos ver preciosa - Hablo con esa voz ronca característica de él. - Esperemos que si - Le responde dándole un beso en el mentón y viendo sus ojos más oscurecidos que hoy. Me sonríe y vuelve a besarme, pero esta vez descendiendo la mano que estaba en mi cintura hacia abajo provocando cierta alerta en mí, me gusta, pero me provoca nervios. Aún tengo que hablar con él sobre este tema, veremos qué pasa con nosotros y aprovecharé para decirle lo que sucede conmigo y mi familia. Nos separamos y caminamos hasta el portón de mi casa, nos terminamos de despedir y él me da un beso en la frente haciendo que sonría y con esa sonrisa él se vaya feliz. Cuando doy la vuelta para entrar a mi casa esa sonrisa decae, no quiero seguir ocultándole esto a él, él se merece saberlo, pero aún no me pidió ser la novia, aún estamos en la cuerda floja y es difícil para mí hablar sobre eso, no puedo ir así como si nada contarle y cargarlo con esta mochila que aprendí a llevar sola, no sería justo, así que veré qué hago, aún hay tiempo. Entro a mi habitación y dejo mis cosas, me acuesto a hablar por Messenger con Dahia y Delfi quienes han estado para mí en todo este tiempo, ellas tampoco saben y tampoco les voy a decir, pero si hemos hablado del tema, sobre violaciones entre familias y ellas están totalmente negadas a qué una persona haya sido abusada y después de tantos años vaya a declarar que eso pasó, si supieran que su amiga pasó por eso cambiarían de opinión. Luego de hablar sobre los deberes y pruebas que teníamos, hablamos sobre mí y Ema, ellas están completamente enamoradas de mí y Ema, nos aprecian y aunque aún no lo conocen en persona ellas lo aprecian por aguantarme a mí, por ese simple hecho lo aman. Opte por acostarme, pero antes me puse a orar, todos piensan que estoy loca por hablar con alguien que ni siquiera me escucha o que ni siquiera me ve, pero en realidad Dios me escucha, Dios me ve, Dios me responde, Dios está conmigo y siempre me acompaña en todo. Luego de orar, me acosté pensando en que pasaría si el día de mañana yo quiero hablar y decirle al mundo entero que mi padre abuso de mí, en primer lugar no lo haré por miedo y porque aún me cuesta sanar esa herida y no sé cuántos años más me tome sanar, en segundo lugar no voy a hacerlo por el hecho de que es mi familia y no me gustaría cargar con la culpa de que desarme una familia, pero ¿qué pasaría si yo hablara?... ¿Qué sucedería si yo dijera que él abusó de mí desde que era niña?, desde el momento en que mamá se iba con sus amigas en la noche y me dejaba sola, que sucedería si yo revelara "su secreto" ese que dijo que no podía revelar?, ¿qué pasaría si la familia se entera de que el gran Alexander Clarke abuso de su hija?, que ni siquiera es su hija verdadera, sino su hijastra, ¿dónde estaría él ahora sí esto saliera a la luz?, ¿dónde estaría yo y lo que queda de mi familia?, ¿qué pensaría mi hermano, mis primas, mis tías, mis amigos, que pensaría Emanuel?, porque no es fácil sanar, no es fácil quitarse el rencor, el odio y las ganas de cobrar venganza, esto es como una herida de bala, en donde la bala penetró tan adentro que no es fácil sacarla y cuando metes un instrumento, como lo es una pinza para sacar esa bala comienza a brotar la sangre y comienza a agrandarse más la herida, muchos dirían que hay que sacar la bala para que sane más rápido y que el dolor sea leve y lo entendería, pero ellos no están pasando por el dolor, por el recuerdo, por el sufrimiento, ellos si estuvieran en mi lugar quizás muchos se quedarían como yo, con la bala dentro del cuerpo penetrando casa día más y más con el movimiento y el ajetreo, provocando en mi cuerpo estragos. Sí, no es fácil, es más difícil de lo que pensé, por eso cargo con ese secreto que solo una persona conoce y el resto está por fuera de la realidad. Sé que no está bien echarle alcohol a la herida, porque con el recordar, con el pensar y con el querer hacer algo estoy alimentando el odio, el rencor, la venganza con alcohol. Es como si fuera fuego, mientras más alcohol y leña le pongas al fuego más va a arder y así está mi corazón, con una bala la cual no quiero sacar porque duele y prendiéndose fuego mediante recuerdos, pensamientos y críticas hacia mi misma. Luego de ver la hora y fijarme que eran las 2 de la mañana y aún no me había dormido opté por darme la vuelta, cerrar mis ojos e intentar dormir, pero fue en vano porque sueños extraños me persiguieron toda la noche, provocándome miedo y ganas de no seguir durmiendo, la noche fue increíblemente extraña, pero recuerdo a la perfección el sueño que tuve después de reconciliar el sueño, aquel que me hizo despertarme sobresaltada... La noche era oscura, salí de mi habitación viendo todo a la perfección, pero veía como algo n***o que corría al rededor de la mesa, no tenía forma, no tenía identidad, solo corría en círculos y cuando me vio intentó meterse dentro mío, intento meterse a través de mi boca, cuando grite por el susto, pero algo me empujó hacia atrás cerrando la puerta y haciendo que eso que quería meterse dentro de mí no pudiera, la puerta era golpeada con fuerza, con intensidad, pero no lograba derribarla, había algo que no lo permitía porque esa puerta tenía un pasador ligero, que con solo un golpe se abre y la puerta no era muy fuerte, ósea que si pudo haberla derribado, pero alguien no se lo permitió. Volví a acostarme cuando vi que quería tirar la puerta abajo y me escondí bajo mis frazadas pidiéndole a Dios que me dejara ir de esto. - Por favor Papá, sácame de aquí, necesito salir de esto, sácame por favor. Cuando menos lo espere me desperté porque sentí que alguien me estaba tocando, abruptamente me senté en la cama y no había nadie, la oscuridad reinaba en mi cuarto y oré. - ... Papá, protegeme con tu sangre y líbrame de volver a tener pesadillas así, muéstrame el significado de este sueño Señor, quiero saber que acaba de pasar, gracias, Señor, Amén - Me puse a orar si, pero por el miedo que sentía y terminé con esto, si Papá quería me iba a decir que había sido todo esto. A la mañana me levanté enérgica, como si nada hubiera pasado la noche anterior y eso me estaba provocando un poco de miedo, pero si era una señal, advertencia o algo de parte del Señor, me lo haría saber, estaba totalmente cargada, como si hubiera dormido mejor que muchas otras noches anteriores, cuando en realidad no pude dormir casi nada, sospecho que lo que me pasó anoche fue una especie de guerra espiritual, por eso hoy estoy tan bien y tan llena de energía. Veremos cómo resulta el día, después de pasar toda la noche sin dormir.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD