Una mariposa en proceso...

Vigésimo séptimo

Anoche fue una locura, antes de acostarme a dormir hablamos con Ema por Messenger, estuvimos horas hablando y me dijo que a su mamá le había caído bien, no como todas las otras que eran unas locas, que a mí me veía diferente y creía que tenía algo diferente, eso de cierta forma me alegro, saber que a mi futura suegra le caigo bien me hace sentir bien, debe de ser horrible conocer a tu suegra y que te odie, o que ni siquiera te trate bien, o que te repita siempre que no quiere que estés con su hijo, yo preferiría mil veces dejar a su hijo que estar con una suegra así, aunque tengo el pensamiento de que si vos andás con esa persona no andas con la familia y por ende no debe de importarte lo que diga su familia. Ese pensamiento me lo hizo tener Ema, porque hace unos días me comentó lo que hablo con mis padres y me confesó lo que él pensaba.

Flashback

- Con tus padres hablamos de que ellos no quieren verte llorar por mi culpa, me dijeron que debía de cuidarte y que yo tomara el control de la relación, que vos eras chica aún y que va a haber horarios y muchas otras cosas más - Es lo que me dice Ema mirándome y sé que atrás de esas palabras se esconde un "pero" lo conozco hace poco, pero sé lo que piensa - Pero yo pienso diferente - Ahí está, yo sabía que iba a decir eso, hago mi baile de victoria mentalmente y proceso a hablar.

- Y, ¿se puede saber que es lo que piensas? - Le digo y él me mira y suelta todo lo que tenía atorado en su garganta.

- Sé bien que tu madre me trata por tratarme, tu padre me odia y no quiere ni verme, pero yo pienso diferente a ellos y por más que le aclaré lo que quería con su hija hicieron oído sordo y siguieron en su charla de "Mi hija, mi hija y mi hija" - Hace comillas con los dedos y sonrió por lo tonto que se ve y por el ridículo que hicieron mis padres.

- ¿Solo eso? - Le pregunto volviendo a mirarlo y jugando con mis dedos.

- No, yo no pienso como ellos, para mí yo estoy andando con vos, yo me estoy viendo con vos, somos vos y yo y lo que ellos digan no nos tiene porque afectar, porque vos estás andando conmigo, no con mi familia y yo estoy andando con vos, no con tu familia, así que yo pienso de vos lo que veo no lo que ellos dicen que sos - Me dice y me saca una mini sonrisa la cual tapó él con sus labios en los míos.

- Gracias, por ir a hablar con ellos y por contarme lo que hablaron, sigo pensando que son unos cavernícolas por ser así como son, pero está bien, quieren cuidarme y lo entiendo - Le digo sonriendo y abrazándolo.

Fin del flashback

Hoy es un día nuevo, un comienzo diferente y por ende una nueva oportunidad para sonreír, me levanté orando y cantando a mi Dios, le di las gracias por lo que hizo en todo este tiempo, acudí a él en los momentos más difíciles y él me ayudó más de lo que espere, terminé de orar y fui al baño para darme una ducha, me enjaboné, me enjuagué y me sequé, me vestí con mis jeans, una remera negra y un saquito n***o a rayas con blanco, en mis pies me puse mis tenis favoritos y salí a desayunar.

Tuve un desayuno tranquilo, mamá estaba trabajando, mi padre estaba limpiando su habitación y el resto de la familia, por ahí andaba... No me preocupe por qué en realidad no quería, estaba mejor tranquila y sin pensar en mi familia, luego de desayunar salí a hacer unos mandados para mí, tenía que ir al médico a qué me mandarán pastillas anticonceptivas, ya que tenía que regular mi mes y mamá entendió que novio es igual a relaciones sexuales así que fui al médico y cuando tuve la consulta con el médico de confianza de mamá me mandó a levantar unas pastillas y me dijo que en caso de que me estuvieran engordando que las cambiara, que fuera a su consultorio y él me las cambiaba que no tenía ningún drama en hacerme ese cambio. Luego del médico fui a la librería, había encargado unas cartulinas para poder hacer las presentaciones de la clase, solo que el día que vine no había en ese momento y las encargue para hoy, caminé un rato por mi ciudad y luego volví a casa, tenía que llenar esas cartulinas con información sobre la guerra fría y otras cosas más.

[...]

Ya hace 1 hora y aún no termino, pero como ya es hora de comer dejo todo y comienzo a tender la mesa, somos mi hermano, mi abuela, mi padre y yo, mamá trabaja, así que no vendrá a comer, mantel, plato, vaso, cubiertos, servilletas y demás cosas son las que adornan la mesa, un espacio en el medio para poner la comida, la cual huele deliciosa. Pechuga de pollo con arroz, una exquisitez que no todos pueden probar, estábamos comiendo mientras papá y la abuela hablaban y en la radio suena la noticia del día: "joven es abusada por un hombre de iniciales R.P., la víctima fue vista por varios vecinos que alertaron a las autoridades, dicho hombre está prófugo y la justicia lo busca...", sigue describiendo al hombre cuando de repente la abuela habla.

- Ah, que horrible como está la sociedad hoy en día, habría que cortarle las pelotas a esos hombres así - Termina de decir la abuela para seguir quien ni siquiera tendría porque opinar.

- Un degeneramiento, ¿tanta necesidad tenés de ponerla que tenés que abusar de una persona? - Sin ningún disimulamiento lo miro como para matarlo y él ni siquiera se digna en mirarme, porque sé que MUY en el fondo él sabe que lo que hizo está mal, pero se da el lujo de opinar como si no fuera cómplice de nada.

- Es espantoso, - dice la abuela y continúa - ¿has visto los casos en donde la hija es abusada por el padre?, con que necesidad por Dios, salí a buscar una mujer afuera - Termina y habla otra vez quien no tiene derecho a opinar.

- Están mal de la cabeza, debería de existir la silla eléctrica para electrocutarle las pelotas a esos tipos - Y en ese momento, en ese preciso momento siento que estoy metida dentro de un espejo, en donde yo los veo y los escucho, pero no puedo hablar, no puedo opinar, no puedo hacer nada, dónde el culpable puede sacar el trapito de "Yo no hice nada" y la víctima tiene que tener el cartel de "Yo soy culpable y por eso guardo silencio", así está el mundo hoy, así estamos hoy. En dónde tu abusador puede hablar y delante de los demás aparentar como si nada y ser un santo, pero vos qué lo viste sabes bien que no lo es y el miedo corre por las venas, porque tengo miedo de un día levantarme y que él tenga el miedo de ser descubierto porque yo hable al mundo y quiera matarme de alguna forma, nunca me atreví a hablar, porque tengo miedo, sí, tengo miedo, miedo de morir, miedo de que no se sepa la verdad, miedo a que todo salga mal, pero sé que tengo un Dios que todo lo ve, sé que Dios vio mi sufrimiento y lo atravesó conmigo, lo sé muy bien y si a mí algo me pasa por culpa de Alex, Papá Dios se va a encargar de todo, estoy segura de que lo hará, Él hace justicia por sus hijos tarde o temprano.

El almuerzo termina así, hablando de violaciones, de raptos, de secuestros y luego cuando todo termina levanto la mesa y me encierro en mi cuarto, creo que todo esto ha llegado con mi límite de paciencia.