Vigésimo

1303 Words
Cómo dije antes, iba a tener una noche genial y nadie me lo iba a impedir. Salimos del instituto de danza y nos dirigimos a otro lugar, que queda a unas cuantas cuadras antes de llegar a casa, es un local donde de día venden pescado, pero que en la noche es una puerta cerrada con 2 escalones para las parejas que recién comienzan, para demostrar su amor sin que nadie los vea y los juzguen, así lo veo yo. Con Ema nos sentamos y agradezco que tenga un techo, para cubrir no solo del sol, sino de la gente que es metiche y chusma, porque las casas que están enfrente a este lugar son de 2 pisos y desde su segundo piso si no estuviera el techo estarían mirando hacia acá y eso se siente incómodo, agradezco que solo vean el techo y no vean a la parejita que está "haciendo novio", sí, así se le dicen a los que se besuquean a escondidas. Este lugar es genial, porque se puede ver el cielo también y no hay mucho tráfico, a veces pasa un auto o una moto que te encandila con la luz, pero más nada. Ema y yo estábamos hablando y surgió el tema de presentarlo a mis padres. - Oye Ema, que te parece si en unos días te presentas ante mis padres y les dices que eres el galán que viene por su hija - Lo miro y alzo las cejas repetidamente y él solo se ríe y niega con la cabeza. - ¿Tú te volviste loca?, cómo voy a ir así como así y presentarme ante tus padres, es una locu... - Analizando mi rostro, se da cuenta de algo y es justo lo que estaba esperando - ... Espera, ¿le dijiste a tus padres que estabas en algo conmigo? - Asiento y él me mira con sorpresa y duda, pero sonríe - Bueno, si es así, entonces cuando quieras preciosa - Lo dice en un tono de voz meloso y me acaricia la mejilla haciendo que me ría y que me sonroje. - Si, mamá casi me mata porque TÚ hiciste esto en mi cuello. - Señalo en dónde debería de estar su chupetón - En fin, no me regañó taaaaanto cómo pensé, pero me dejó en claro que no quiere verme con algo así, nunca más - Ema solo se reía y me decía que era mi culpa por haberlo tentado, cuando en realidad yo no hice nada y él se me tiró encima como un cazador cazando a su presa, en fin, terminamos hablando de trivialidades y cuando llegó la hora de irnos, lo anuncié, cómo siempre lo hago. - Es hora de irnos, ya es un poco tarde y estamos pasados por unos minutos, no quiero que me reten - Digo mientras me pongo en pie y sacudo mis pantalones, pero cuando levanto la vista Ema estaba en pie y en una milésima de segundos me acorraló contra la pared, poniendo sus caderas contra las mías y sus brazos al costado de mi cabeza aprisionándome y dejándome sin escapatoria alguna. - Y si no quiero ir, ¿Qué sucederá? - Trago grueso cuando escucho esa voz, esa voz ronca, cargada de hombría y testosterona que hace que mis pelos se ericen y me den puntadas en mi vientre. Lo miro y veo como sus ojos se desvían a mis labios e inconsciente los lamo, cuando estoy a punto de hablar y decirle en el problema que me va a meter se lanza a mis labios, como si los estuviera deseando desde hace horas y por si fuera poco me aprieta más contra la pared y no solo con su cadera, si no con todo su cuerpo haciendo que un gemido ahogado brote de mis labios y la temperatura de mi cuerpo comience a elevarse. Entre la desesperación con la que me besa y las ganas de corresponderle gana una tercera opción y es que la voz de mi mamá que está sonando en mi cerebro como una melodía, diciéndome que no llegue tarde, pero cuando intento apartarlo coloca mis manos a los costados, en ese momento cruza un ómnibus encandilando con su luz y tocando bocina, nos separamos, pero fue más por susto que otra cosa. En ese flash fue que pude ver su rostro, en sus ojos había una tormenta de deseo y sus labios están hinchados por el beso de hace unos segundos, sé que mis mejillas están rojas porque arden y noto como el calor va subiendo a todo mi rostro. Comenzamos a caminar hacia mi casa y por un segundo nos miramos y al ver cómo está él me muerdo el labio y aparto mi vista de él cuando noto que sus ojos se desvían a ese lugar, no quiero terminar en un callejón con él haciendo quien sabe que cosas, el solo pensarlo me arranca un suspiro de mis labios, ganándome la atención de Ema. - ¿Qué pasa? - Me pregunta y esa voz cargada de testosterona me hace tensarme al instante. - Nada, solo estoy un poco cansada - Intento sonar lo más tierna y adorable posible, para que no lo tome a esto como si no me hubiera gustado todo lo que hizo. - Aguanta preciosa, ya llegamos casi - Me dice y me suelta la mano para pegarme a él agarrándome la cintura. Lo único que hago es mirarlo y darle un beso, vamos en un silencio cómodo hasta que comenzamos a hablar trivialidades nuevamente. Cuando estamos en nuestra esquina, la esquina antes de doblar hacia mi casa, él se despide mío y hablamos un poco más sobre lo que habíamos conversado hoy, lo de venir y presentarse a mis padres, él cree que hay que esperar un poco más, ya que le conté sobre Alex, si, le conté, le conté lo que me dijo mi padre y él cree que son celos nada más, el hecho es que Ema no sabe toda la historia y en algún momento tendré que contársela y no va a ser fácil encarar una relación con todo esto, pero lo lograré, solo tengo que encontrar el momento para contarle. Cuando él se va yo espero a que desaparezca de mi vista para poder irme tranquila, con Ema hablamos también sobre lo que hoy nos propusieron las personas de recursos humanos, sobre el Safari y me dijo que le gustó la idea, que dependiendo de lo que sea danza él lo iba a hacer conmigo y que por lo de arte no nos preocupamos porque él se ponía a disposición, también me dijo que no me ha pasado su número de w******p porque no ha cambiado el celular, dentro de poco le compran el nuevo y tiene que cambiar todo para ese y ahí si, cuando cambie todo a su nuevo celular me va a dar su número. Me alegra saber que cada vez faltan menos para armar el equipo de 10 personas, en caso de ganar vamos a poder ir a las termas y quizás, solo quizás pueda hablar con Ema sobre esto que ocurre en mí. [...] Cuando llegué a casa me di un baño, tome mi cena que constaba de una milanesa con arroz frito y un vaso de refresco, me fui a mi habitación y cene tranquila, sin que nadie me molestara, al final, le escribí a Ema de que me avisará cuando llegara y me acosté, hoy fue un día bastante cansador y agotador, pensar en lo que Alex me había dicho y su actitud me estaba causando dolor de cabeza ya, deje esos pensamientos de lado, porque ya mañana tendría que afrontar un nuevo día y con todas sus complicaciones. Así que sin más, oré y me acosté a dormir tranquila.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD