Décimo

1800 Words
Muchas dudas surcaron en el momento de empezar a pensar en tener una relación con Ema y no solo eso, preguntas que usualmente me hago yo, ahora las hago teniendo a Ema en mi vida y no es fácil, porque cuesta, no es como que el día de mañana seamos pareja y le diga "Hola, fui abusada desde niña", no puedo, tengo que hallar una forma o guardarlo para mí hasta que lo resuelva sola o no sé, porque esto, esto es grave y no sé como lo tomará él. Supongamos que no lo toma para nada bien, supongamos que él, en un momento quiere ir y hablar con Alex, ¿yo que hago?, ¿voy y los miro?, no puedo, no puedo contarle por qué es un secreto, algo que Alex dijo que sería y creo que tengo que hacerle caso. Quizás debería de hablar, pero estoy muy confundida, no quiero romper la familia en 2, tampoco quiero que vaya preso, no es la idea más linda el hablar, porque... ¿Y si no me creen?, ¿y si piensan que miento y después Alex me busca a mí y me hace algo peor?, yo no puedo correr el riesgo de terminar muerta en un zanjón. Aunque, pensándolo bien, una vez hablé con alguien y ella supo como aconsejarme porque ella también fue abusada y nadie más que su marido lo sabía y en mi caso yo solo hablé con ella en ese momento, pero Alex comenzó a sospechar de que hablé con alguien, porque en uno de esos días que estás bien y todo marcha bien llega el caos así como un de repente fuerte, y ese día fue uno de ellos, en donde él me llevó a dar una vuelta "para que me despejara de tanto estudio", lo recuerdo como si fuera ayer... Flashback Mientras estudiaba en la computadora para mi examen de historia, que lo tenía en 3 días vi por el rabillo del ojo que alguien se acercaba, cuando vi quien era simplemente puse mi mejor cara de pocos amigos y seguí en lo mío, hasta que habló. - Isabella quieres acompañarme a hacer un trabajo - Preguntó bastante tranquilo, puede haberme negado, pero estaba cansada de estudiar así que decidí ir. - Bueno pa, ahora voy - Dije apagando la computadora y levantándome de mi silla, para ponerme en marcha hacia él. Una vez salimos de la casa y subimos a la camioneta, arrancamos camino hacia el balneario que había en mi ciudad y la verdad tenía un poco de temor, yo con él tengo una relación bastante rara, yo lo odio a él, pero cuando me dice algo o me pide algo yo voy y lo hago, pero no por temor a que me haga algo, sino porque no demuestro mi odio frente a frente, sino que se lo demuestro a mi Dios cuando estamos a solas en el cuarto, porque ahí yo grito, lloro, me quejo y desahogo todo mi dolor, algún día quizás y lo perdone de verdad y quizás no sea tan doloroso contar lo que paso. Llegando al balneario cuando de repente me mira. - Ella, ¿vos contaste nuestro secreto? - Y decir eso fue como tirarme un balde de agua helada en la espalda, ¿Cómo se enteró?, ¿Quién le dijo esto?, ¿Por qué le dijo si era un secreto entre ella y yo?, ella no podía hablar, se supone que fui a su casa a hablar de esto y contarle para desahogarme porque estaba ahogándome en mi propia miseria, ¿Por qué le contó? No tenía que hablar, ya valió, vamos a mentir que más da. - No, ¿Por qué? - No sé que era peor, si mentirle y aparentar estar tranquila sin mirar sus ojos o mentirle y estar nerviosa y mirar sus ojos, así que opte por lo mejor mirar su perfil mientras conducía y comenzar a rascar mi brazo el cual nunca me picó. - ¿Segura? - Al decir eso giró su rostro hacia mí, mirándome con... ¿Lástima?, pero que mierda le pasa - Porque hace unos días cruce a tu profesora de danzas y me miro raro al igual que el marido, tu líder de jóvenes tampoco me saluda al igual que su marido, por eso pregunto, quizás no dijiste nada y ellos andaban con los cables cruzados o capaz era yo, no sé - terminó diciendo mientras seguía con su vista fija hacia la ruta, el problema ahora es, ¿QUÉ LE DIGO?, en sí, mi líder de jóvenes sabe de esto, porque fue con ella con quien me desahogué, por eso hoy estaba tan nerviosa, creí que ella había hablado, pero se ve que no, que solo son suposiciones de él, se ve que el pasado le está afectando bastante porque para que piense que yo hablé tiene que tener bastante miedo que eso se revele... - No, yo no dije nada y tampoco voy a decir nada, capaz no andaban bien o no te reconocieron a simple vista - Lo dije con total sequedad y volviendo mi rostro al frente y poniendo mis manos encima de mis piernas, jugando con mis uñas. Por un momento se quedó callado, hasta que lo vi por el rabillo del ojo que me miró y decidí cambiar de vista, mirando a la ventana que tenía al lado, nunca creí que dudara así de mí, creo que le tiene miedo a esto, le tiene miedo al "que van a decir de mí si saben que abuse de mi hijastra", debería de tenerle miedo, porque jamás en su vida me pidió perdón, me hizo guardarlo para toda la vida básicamente, pero bueno, veremos que sucede más adelante. Todo iba bien hasta que pone su mano en mi pierna, miro su mano y lo miro a él. - Yo te amo Ella, te aprecio demasiado, más que a mis otros hijos - dijo y en ese entonces lo enfoqué y él ya me estaba mirando y mostraba un rostro de ¿Arrepentimiento?, ¿Dolor?, no sé, pero esa mirada fue muy rara. Esas palabras bastaron para hacerme estallar en furia, ¿Qué me amas?, wow que amor le tenés a tus hijos, que amor tan genuino y real, que amor tan único, nunca escuche que un padre, porque así lo quería yo, lo quería como a un PADRE fuera y abusara de sus hijos cuando la progenitora no esta o cuando no hay nadie en casa, la verdad que es impresionante cuanto amor y aprecio me tiene A MÍ, porque sé que lo hizo solo conmigo, esto es estúpido, como alguien puede decir que te ama, cuando en el pasado abusó de ti y ni siquiera perdón te pidió, es más, te hizo guardar un secreto tan horrible y oscuro el cual alimenta tu alma con odio y desprecio todos los días, que ridículo es esto. Increíble sería si pudiera decir todo eso, pero mi cobardía fue más grande y mis ojos lo mostraron. - Yo también pa - Le dije con lágrimas en los ojos por la ira y el dolor que estaba acumulado en mi interior, solo quería que esto acabara así sacaba su mugrosa mano de mi pierna, era tan asqueroso esto, me odiaba por permitirle esto y por permitirme a mí mista mostrarme débil ante él, porque mis lágrimas significaban en ese momento debilidad para él, aunque en mí significaban desprecio y odio. No hablar a veces ayuda, debería de saber lo difícil que es ver que toda tu familia se desmorone, pero si hablaba quizás terminaba muerta en un zanjón. Sí, era mejor callar y aguantar y que el Dios que estaba por ahí me ayudara con esto. Por fin sacó su mano de mi pierna y siguió manejando hasta que tuvo que bajar de la camioneta para ir a hacer su trabajo a una casa y cuando volvió yo estaba feliz, mi felicidad irradiaba por todo mi rostro, aunque lo único que quería era morir en ese momento, así fuimos todo el camino, yo fingiendo felicidad y él manejando y escuchando música de quien sabe que año, no se habló más y no se dijo nada más de ningún tema en particular. Llegamos a casa y lo primero que hice fue bajarme e irme a mi cuarto, a llorar, a maldecir, a entender por qué mierda él tenía que ser así conmigo, me arrodillé cerca de mi cama y comencé a llorar y preguntarle a Dios porque yo tenía que pasar esto y fue por muchas horas que estuve dándole mis quejas y mi llanto y mi dolor, abrí mi corazón para que Dios entrara, abrí mi mente y le di libre paso al Señor para que viniera y con su mano comenzara a sanar mis heridas, que comenzara a sanar mis preocupaciones, que comenzara a quitar la ira, el dolor, la venganza, el desprecio, el rencor, y fue ahí cuando llegó la paz, como dice en Filipenses 4:7; "Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo." Y ahí fue cuando comencé a vivir la palabra de Dios, ahí aprendí a vivir la paz de Dios, cada vez que la amargura llegaba a mi corazón y yo iba de rodillas a Dios por muy tonto que suene, Dios me daba paz, le hablaba de todo lo que pasaba en ese momento y él me tranquilizaba con su paz, era como un bálsamo que traía tranquilidad y cesaba mi llanto y cesaba mi dolor, mis dudas, cesaba todo lo mío para que él pudiera crecer, en determinado momento quedé dormida, de rodillas. Mi mamá me despertó a las horas y me dijo que me acostara, que ya era un poco tarde, ni siquiera mire la hora, solo me acosté y seguí durmiendo ya vería mañana que ocurría. Fin del flashback Mientras recordaba lo que había ocurrido caí en cuenta que había madurado, ya no lo odiaba tanto como antes, ósea si, lo odiaba, pero no tanto, era pasable, quizás era una señal de que estaba sanando... Al final terminé aprontándome para ir a estudiar, no tenía ganas, ya que no había dormido bien, pero de todas formas me vestí, me puse mi jean n***o, la remera blanca con el logo de mi institución de estudio, la campera de la institución que era bordo y a mi parecer bastante fina, es decir, se filtraba todo el frío por ella y para mis pies las vans negras. Cargué mi mochila al hombro y salí, aún estaba bastante oscuro y era temprano, opte por ponerme mis auriculares y salir igual e ir más lento.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD