Décimo cuarto

2140 Words
¿En qué momento de mi vida creí que dormirse a las 3 de la mañana iba a ser el mejor plan de mi vida?, no lo sé, pero son las 7:30 de la mañana y estoy demacrada, tengo los ojos rojos, unas ojeras muy marcadas, una piel reseca y para rematar estoy llegando tarde a historia, menos mal la prueba la suspendieron porque, sino, ya no podría hacerla. Valió la pena si, hablar con Ema hasta tarde, pero me está costando muchísimo esfuerzo no quedarme dormida en la silla de la cocina. Mientras termino de aprontar mi mochila con las cuadernolas tomo mi café doble con medialunas de jamón y queso, me tomo mi tiempo, hago todo tranquila porque sé que si llego a empezar a apurarme voy a estar de mal humor todo el día. Mi madre aparece por el umbral de la puerta, creo que hoy es su día libre porque ella está toda despeinada y como si hubiera dormido toda la noche y ni rastro de querer ir a trabajar, cuando la termino de observar me saluda. - Buenos días, Ella - Susurra, para no despertar a los demás en casa - ¿No entrabas 7:30 hoy? - Me mira mientras intenta acostumbrarse a la luz que hay en la cocina y mientras ella hace eso yo invento una excusa. - Si, pero la profesora tuvo una emergencia con su hijo y no pudo asistir a clases, así que nos dieron libre, entro ahora a las, - Giro mi cabeza para ver el reloj y comprobar que en 45 minutos entro - a las 8:45, es temprano aún - termino diciendo y tratando de no mirarla porque si no descubriría que me dormí y no asistí a la primera clase. - Ah no sabía, bueno, nos vemos más tarde, hoy tengo libre - Me dice sonriendo y yéndose a su cuarto a dormir por unas 2 o 3 horas más. Luego de terminar mi café y lavar la taza junto con la cuchara y el plato, agarro mis cosas y me voy camino a mi instituto, pongo una música suave, pero a la vez potente "Tu amor no tiene fin" de Generación 12, es una de las canciones que más escucho, me reconforta saber que Él me llama y me ama como su hijo, a veces me pregunto que hubiera sido de mí si Jesús no me hubiera encontrado antes, si Jesús no hubiera llegado a tiempo, si bien en la Biblia dice que Dios siempre llega a tiempo, ¿qué hubiera pasado si no llegaba?, ¿dónde estaría yo ahora?, ¿con quién y en que andaría?, ¿en drogas?, ¿prostitución?, sabía que la mayoría de las personas que sufren abusos sexuales desde niños tienen traumas graves y problemas que no revelan y no se ven a simple luz, a veces con la baja autoestima, los miedos, los sentimientos de suciedad, la vergüenza, la culpabilidad, el temor al sexo, pero la peor de todas es la depresión, de esa no tienes escapatoria, empiezan los pensamientos de s******o, el pensamiento de autolesión, las ganas de vengarse y pensar que eso ayudará a que estés mejor... ¿Pero saben que? Descubrí que eso no era lo mío, Papá Dios llegó antes que Satanás y me brindo sentarme en su mesa, a comer con él, sabiendo lo que viví y sabiendo como yo me sentía Él nunca me rechazo, nunca me juzgo, nunca me abandonó, nunca dejó de amarme, Papá Dios me salvó del hueco de la depresión, si bien cuesta salir de esto que viví, aquí voy, con ayuda de Dios todo es posible. La canción habla de la restauración de nuestro ser, que solo Él puede hacerlo, habla de como deberíamos de correr hacia Él en momentos de soledad, en momentos de depresión, acercarnos a su trono y rendirnos física, mental y sentimentalmente, ya que Él es quien nos sostiene y soluciona cada uno de nuestros problemas. Por medio de Jesucristo somos más que vencedores y la palabra dice y yo estoy convencida de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni nada en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor (Romanos 8:38-39). Nada nos apartará de Él porque es la única fuente que favorece a mi alma, la única que sacia a mi alma y la que me llena por completo, esta canción es única y me hace bien escuchar que NADA ni NADIE me va a separar de su gran amor, a veces hay que recordarnos que Dios nos ama pese a lo que nos suceda y pese a lo que hagamos, la canción termina y la repito una vez más. Llego al instituto y me saco los auriculares, me siento en un banco fuera de la sala de clases, aún faltan 20 minutos así que voy hasta la cantina del instituto y compro un desayuno, aunque ya desayuné, pero igual, la clase que viene es bastante pesada, así que mejor me preparo para que no me tome desprevenida. Luego de unos 15 minutos toca el timbre y espero a que Dahia y Delfi salga de la clase para poder contarles todo el chisme y decirles por qué me dormí. Cuando salen vienen enseguida caminando hacia acá, una enojada y la otra con cara de pícara, porque a diferencia de Delfina, Dahiana me controla en todo, yo hago como si no supiera, pero ya me he dado cuenta, aunque me sorprende que ella se enoje cuando ella ya sabe la verdad... Bueno, y aquí viene el reto de Delfina. - Oye porque llegas tarde, sabes bien que tienes las faltas contadas en esta materia y si sigues faltando vas a perder la materia por falta. - Me analiza y me mira de arriba abajo y ahí viene su otro sermón, obvio que Dahia disfruta de esto, porque puedo ver cómo se está riendo de que me reten - ISABELLA, ¿por qué estás tan demacrada y tus ojos están rojos?, ¿estuviste hasta tarde leyendo esas novelas tuyas? - Cuando voy a responderle, me habla encima - Sabes bien que no tienes que quedarte hasta tarde mujer - Espero el siguiente reproche y ella no dice nada, solo me mira con cara de pocos amigos, pero no me dice nada más, esto es extraño, ella siempre me regaña hasta porque tomo café, se le habrá olvidado?. - Ya acabaste Delfi, porque quiero cotarles el motivo por el cual me quedé hasta las 3 de la mañana despierta - ambas me miran con la boca abierta - Cierren la boca, se les va a entrar una mosca - Ahora la que se ríe soy yo y son ellas las que me miran con el ceño fruncido, Dios, es tan gracioso esto. - Déjate de rodeos y cuéntanos, ¿Qué hiciste? - Dahia pregunta y toma asiento frente a mí prestándome la mayor atención posible, Delfina solo se quedó parada, analizando... ¿Mi rostro?, ay no, si la miro a los ojos se va a dar cuenta, intento esquivar su mirada, pero ya es tarde. - ISABELLA FERNÁNDEZ, eso que veo en tus ojos es cafeína pura? - Pupilas dilatadas, eso genera el café y más si tomas una taza de café con 2 sobrecitos de café, ya valió, ahora sí, la hice enojar y me va a matar. - Escúchame una cosa Isabella, - Se acerca a mí y me señala con el dedo, de acuerdo, eso si da miedo - más te vale que sea buena la excusa que vas a poner de porque te dormiste tarde y de porque tomaste una taza de café doble, porque te va a costar los ovarios si no me convence lo que dices. - Trago cuando la escucho, porque sé que es verdad, me va a matar si no es convincente todo esto. - Si ya entendí, ahora, ALEJATE DE MI CARA, sabes que odio la cercanía - Es mentira, si me dio miedo esta mujer, está más loca que una cabra. - Ahora sí, les contaré todo el chis... - Sentimos un pitido y esto anuncia el fin del recreo, las dejaré con la duda y eso me fascina, en sus ojos veo enojo y fastidio porque se terminó el tiempo. - De la próxima no te salvas Isabella Sofía, estás advertida - Me dice Dahiana y ambas comienzan a caminar hacia el salón de clases con sus dedos tocando sus ojos y señalándome a mí, clara señal de que me estarán vigilando, yo solo me río y comienzo a caminar hacia el salón con ellas, pero a una distancia prudente, no quiero morir en el intento. La clase transcurre normalmente, como todos los días, esta vez salimos antes y por obvias razones tengo más tiempo para contarle a las chicas sobre lo que paso con Ema - Bien, comienza a hablar Isabella Sofía - Dice la señorita Dahiana y señala con su dedo índice como si me fuera a matar. - Bueno, ¿qué quieren oír?, hablamos muchas cosas con Ema - Delfina alza una ceja y veo como ambas se ríen de forma cómplice y creo que ya sé lo que va a venir a continuación. - Ay, no es Emanuel, es Ema - Temía que eso pasara, pero sabía que lo dirían. Delfina y su maldita boca. - Ya no la molestes Delfi, y tú, - Me apunta con el dedo - habla todo, desde el principio hasta el final. - Bueno, comenzamos yéndonos de danza e íbamos hablando sobre como me había ido y todo eso, luego conversamos sobre temas irrelevantes, cómo lo que él hacía o yo hacía diariamente, cosas sin importancia. - Termino mirando sus reacciones y me sorprende que estén tan atentas - Luego de ir juntos caminando y que se burlara de mí le pegué en el brazo, pero fue despacio y fue porque me estaba diciendo que era una altanera y comenzó a llorar como nena, entonces intente pasarle la mano en su brazo y me tomó la mano, la entrelazó con la suya y así caminamos casi todo el camino - Finalizo haciendo un ademán con la mano y tomando mi botella de agua. Ellas se miraron y me miraron y me dijeron: ¿YYYYYY?, ¿QUÉ MÁS PASÓ? - Ay ya, cálmense, ahora les digo solo déjenme tomar agua en paz - Cuando voy a empinar la botella para tomar me sacan la botella y me hacen hablar. - Habla ya y luego toma agua ISABELLA SOFÍA - Habló la señorita con cara de asesina. Delfina definitivamente me quiere matar y Dahiana también. - YA, CÁLMENSE, bueno, me acompañó hasta casi 3 cuadras antes de mi casa y ahí me besó y yo lo besé y nos besamos - Termino diciendo y a ellas se les cae la mandíbula al suelo por lo que acabo de decir y si no les doy una palmada en el rostro van a terminar gritando y nos van a llevar a la dirección, así como lo dije, lo hice, les di unas palmadas a ambas en su rostro y ambas reaccionaron y les hice una seña de que hicieran silencio, llevando mi dedo hacia mis labios - Eso pasó ayer de noche, aún no les cuento lo que pasó la noche anterior - Ahora sí, van a gritar y no voy a poder evitarlo... - ¡No puedes venir y soltar la bomba así como así y luego decirnos que algo más ocurrió! - Me dice Delfina con las manos en la cintura. - Concuerdo con Delfi, ¡Ahora dinos que fue lo que pasó la noche anterior! - Me dijo frunciendo el ceño y poniéndose de la misma manera que Delfi. Tuve que arrastrarlas al baño para que cerraren la boca, porque estaban levantando mucho la voz y nos iban a terminar poniendo una sanción por no saber guardar silencio. Una vez en el baño, les conté todo lo que pasó desde el principio, desde el día en que lo conocí, hasta hoy, jueves. Ellas gritaron, se emocionaron, se enloquecieron y luego de eso llegó el interrogatorio al cual no quería llegar, sus preguntas sobre que somos o que vamos a hacer de ahora en más, que pensábamos para el futuro y muchas otras cosas más. Terminamos de hablar y ya casi era la hora de salida, ya debería de estar en casa hace 1 hora, pero estas locas me retuvieron para que les contara que estaba pasando con Emanuel y ahora que ya están conformes con el chisme y no me han matado por tomar café doble, me puedo ir a mi casa tranquila.
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