Décimo octavo

2635 Words
Con tantas ideas en la cabeza ya no hay forma de que pueda descansar, me levanto y voy al cuarto de mis padres para saludar a mamá, siempre lo hago después de la siesta, pero su saludo ha sido un poco brusco, es como que pone la mejilla para que la saluden y no pidas más nada por qué te puede llegar a morder igual. Nunca la había visto así, ella no es así, pero creo que es parte del proceso de crecer, ¿no? Después de que mamá nos diera una bandeja con sándwiches y alfajores a mí y a mi hermano, fui a mi cuarto y de tanto darle vueltas y vueltas al asunto me dormí, si no hubiera sido porque puse una alarma a las 17, seguía de largo. Me levanté, apronté mis cosas, y avisé que me iba, cuando iba saliendo, me noté distinta, me noté como más cargada, sentía que las cosas que iban tan bien hasta el momento ya no iban bien, el que mamá empezara a actuar así me tomó por sorpresa, si bien ella nunca fue de demostrarme amor y pude vivir sin su amor por mucho tiempo, es igual, jamás actuó así. Se me hacía raro y mientras iba camino con estos pensamientos, comencé a hablarle a Papá, necesitaba saber que estaba pasando, quería entender por qué ocurrían estas cosas, sé que con Dios a veces las respuestas son rápidas y a veces hay que esperar un determinado tiempo para recibir respuesta, pero si de algo estoy segura es que cuando hablas con Él te sientes más liberada, más ligera y haces las cosas mejor, Dios en estos momentos es mi ruta de escape, al igual que la danza, son las únicas 2 cosas que me sacan de mi diario y agotador vivir. Llegué al instituto y comencé a cambiarme, las pequeñas estaban entrando, en mi mente todavía rondaba que yo tenía programado un viaje, pero no me acordaba de qué, así que tendría que ponerme las pilas con eso, aún estábamos en junio, en caso de que sea en noviembre tengo tiempo aún. Entraron las chicas y ensayaron de la mejor manera, tuvieron en cuanta las correcciones que les hice y las que Íngrid les hizo también, todo fue bien, hasta que terminaron ellas y entraron las otras, las de mi grupo, realmente son insoportables, no es que yo sea la mosquita muerta o la santa, pero ellas te miran de arriba abajo, te revolean los ojos, te miran mal y es tedioso ver eso constantemente, nadie les hace nada y siempre están así como a la defensiva. El ensayo fue bastante cansador, hoy hicimos muchas cosas, entre tanto estiramos, hicimos un poco de salsa, de bachata y ensayamos un nuevo ritmo, se llama Kizomba, es como muy sensual, más que la bachata, para ese entonces estaban los chicos del otro grupo, si bien nos llevábamos medianamente bien con los del otro grupo a mí me costaba bailar en pareja porque nunca antes bailé con un hombre, siempre sola y a Íngrid se le ocurrió la genial idea de bailar en parejas, este muchacho con el cual me tocó bailar se llama Ale, era gay y no lo discrimino, sino que agradezco que sea así, no me gustaría bailar con otra persona y que luego me esté acosando (Si, señora exagerada soy). Terminó el ensayo y Ema hoy no había venido, era raro, porque me había dicho que si, capaz tuvo una emergencia y no pudo venir, así que me fui a casa sola, pensando en todo lo que había pasado este tiempo, él es tan tierno y tan lindo que a veces me preocupa que fuera un sueño o una ilusión mía o que quizás tenga ensoñación excesiva que es un trastorno mental, lo cual no creo, tan loca no estoy. Cuando llego a casa veo que el día se me paso muy rápido, más de lo que creí, quería hablar con mamá y contarle lo que ha pasado en este tiempo, ella es mi madre y es la mujer que me puede ayudar, ella ya paso por esto y sabe que es lo mejor que puedo hacer, ella me puede aconsejar, pero de aquí que quiera hablar conmigo es el problema, en serio, ha estado muy de malas últimamente, intentaré y veré que pasa. WhatsApp - Ella: Hola, mami, ¿podemos hablar? Hay cosas que quiero hablar con vos. Espero su mensaje, el cual no llega hasta después de 10 minutos y como les dije, no iba a querer. - Mami: Ella, no estoy para estas cosas ahora, mejor hablamos otro día, que duermas bien. Y es así como se termina una conversación de madre e hija, esto va a estar más difícil de lo que pensé, pero ella lo quiso así. Me acosté a dormir y con ansias deseé que ya fuera el otro día, tenía que hablar con Ema, entender bien que éramos y saber si esto va en serio o si solo soy su pasatiempo favorito. [...] Hoy hace una semana que con Ema hemos estado más juntos que antes, hace días venimos estando más juntitos, más mimosos, más cariñosos, siempre nos vamos un ratito antes de danzas para estar solos y juntos, Íngrid nos deja, ya que básicamente formo parte del grupo mío y del de Ema, así que estamos más que bien, pero hace una semana que vengo debatiéndome en sí preguntarle o no sobre lo que somos y en lo que él quiere. Vamos yendo camino a nuestra esquina y como siempre nos sentamos una cuadra y media de distancia de mi casa, en caso de que salgan mis padres y me vean. Estamos sentados mirando las estrellas y esa luna magnifica que siempre nos visita, está fresca la noche por ende él me presta su campera y me tapa con ella, mientras por encima me abraza y apoya su mentón en mi cabeza, cuando estoy por tomar coraje para comenzar a hablar, él habla sacándome de mis pensamientos. - Oye Ell, tenemos que hablar de algo pequeña - Si bien es un alivio que él comience esta conversación me pone un poco nerviosa el hecho de que me diga que no quiere nada. Y si, me dice Ell, como un apodo cariñoso - Si Ema, que sucede - Me giro y coloco mis piernas sobre un lado de sus piernas, quedando como si fuera una bebé cargada en brazos, sé que se tornará intensa esta conversación. - Es con respecto a nosotros - Veo que se detiene para mirarme y veo por sus ojos pasar un brillo especial, aún con sus lentes puestos lo puedo ver - Me gustaría que lo nuestro fuera en serio, que las cosas sean claras desde ahora y que en algún momento puedas hablar con tus padres para que me conozcan y sepan que mis intensiones con su hija van en serio - Termina de decir eso último y me regala una media sonrisa, pero la borra de inmediato analizando la expresión de mi rostro y tratando de adivinar mis pensamientos. - ¿Estás hablando en serio? - Asienta y me regala una sonrisa, pero esta vez, una sonrisa entera - Me alegra saber que tú comenzaras esta conversación porque hace días quería hablar de esto contigo, no encontraba la forma, ni el lugar y hoy iba a hablar hasta que tú empezaste y bueno, aquí estamos - Menciono mostrando una pequeña sonrisa y analizando sus expresiones, está... ¿Sorprendido?, eso es nuevo. - Me sorprendiste, pero si, yo si quiero las cosas en serio, quiero ser exclusivo contigo y que tú lo seas conmigo - Termina de decir y su mirada demuestra tanta inseguridad, pero a la vez tanta sinceridad, yo solo puedo mirarlo, sonreír y colocar mi cabeza en su hombro y cerrar mis ojos con una sonrisa tan estúpida en mis labios. Nos quedamos así por un buen rato hasta que suena la alarma de mi celular, sí, es raro, pero es la forma de saber que son las 10:30 o las 11 de la noche para poder irnos, fue la manera más fácil que encontramos de no estar con el celular en momentos especiales, como este, por ejemplo. Una vez que nos paramos del suelo lo abrazo y me acompaña hasta un poco antes de la esquina de mi casa, la idea es que los vecinos no lo vean, así luego no tengo que andar dando excusas y mentiras a mis padres. Una vez llegamos lo miro y lo abrazo por última vez antes de irme a mi casa y respondo lo que me dijo minutos atrás. - Yo también quiero algo serio y quiero tu exclusividad y quiero que tengas mi exclusividad también - Lo miro a los ojos y cuando veo que él está más tranquilo lo beso, acariciando su suave espalda, tocando donde hace unos días me daba vergüenza tocar, mientras él con sus manos recorre mi espalda y posa las manos en mi cintura atrayéndome hacia él, cuando la falta de aire comienza a sentirse se despega de mí poniendo su frente en la mía y susurrando un leve "Te quiero", se marcha, dejándome con el corazón en la boca. Una vez llego a casa, entro a bañarme aun con la sensación de los labios de Ema en los míos, me enjabono y pongo un poco de champú en mi pelo, hago espuma y luego me enjuago para poder salir y secarme. Cuando termino mi ducha voy a mi cama, a orar como todas las noches, sé que suena estúpido, pero le pido a Dios que sea Emanuel el indicado, que sea él quien se convierta en parte de mi diario vivir, que sea él el primer y único hombre, no acepto a nadie más, si bien sé que es malo aferrarse a una persona, ya es tarde, ya no puedo decirle al Señor: "Tómalo, no me pertenece", porque ya es mío, lo tomé cuando ni siquiera era mío, estoy enamorada de él y me aterra que el día de mañana el Señor ya no quiera que él sea para mí, pero ya es tarde, ya estoy enredada en Ema y sin consultar con Dios me enamoré y ahora que ya estoy hasta los pelos de enamorada de él, por eso le pido que no me lo quite, eso es ser bien egoísta, pero bueno, que sea lo que Dios quiera. En mis oraciones esta mi familia, mi vida, mis amigos, mis estudios y obviamente Ema, él comenzó a formar parte de mis oraciones hace mucho y creo que esa es una forma de demostrarle a Dios que lo quiero y que me importa, o eso tengo entendido yo. Le escribí a mamá por cuarta vez diciéndole que quería hablar con ella, porque había cosas que tenía que contarle, pero ella no quería hablar, así que bueno, cuando lo desee será. Estaba en la cocina mamá, cuando entré para ir a buscar agua y la fui a saludar, ya que me iba a acostar a dormir. - Ella, ¿qué es eso que tenés en el cuello? - Sí, lo olvide, hace unos días Ema se emocionó con los besos en el cuello y me hizo un chupetón, haciendo que me quedara todo violeta en esa zona y por eso usaba una chalina para cubrirlo, pero mamá ya lo vio y está enojada - Isabella Sofía, ¿eso es un chupetón? - Puso sus manos en la cintura, como si fuera una tetera, está muy enojada, veo como sus ojos se transforman en fuego puro y su ceño se frunce más de lo normal, corrección, no está enojada, esta furiosa. - Ma, puedo expl... - Ni siquiera me dejó terminar porque se me acerco con una espátula en la mano y con ojos de asesina. - ¿Explicarme que Isabella Sofía?, quedamos en algo, tú no tendrías novio hasta los 18 y mira, - Señala mi cuello con la espátula - apareces con un chupetón en el cuello - Ella baja los brazos, y sé que se calmó, no lo suficiente, pero se calmó. - De esto quería hablar mamá, me gusta alguien y él me acompaña todos los días que salgo de ballet hacia acá, me deja a una cuadra y media y sigue para su casa - Confieso todo lo más rápido que puedo, para no hacerla enojar más, ella suspira y deja la espátula y su mirada muestra tranquilidad. - Hija yo ya sabía que andabas en algo así, solo que no dije nada porque te veía tan feliz que no quería asustarte, iba a esperar a que tú me lo dijeras - Me dice acercándose con cierta prudencia - Yo sabía que no ibas a aguantar hasta los 18, porque es normal que se despierte el bichito del amor a esta edad, - Me dice mirándome serena - te voy a preguntar algo y se sincera conmigo y contigo misma, ¿realmente quieres algo serio con ese muchacho?, porque a esta casa solo vas a traer a uno y no quiero a nadie más después de él en caso de que él sea el indicado - Me advierte mirándome y señalándome con un dedo. - Si mamá, me gusta y estoy enamorada de él, realmente lo quiero como algo más que un amigo - Le respondo sin saber de donde saco tanto coraje para hablarle. Mamá suspira y me extiende sus brazos para que vaya a abrazarle y con un poco de inseguridad voy y le abrazo. - Hablaré con tu padre, mientras tanto intenta taparte ese chupetón, con hielo, maquillaje o una chalina, lo que sea, pero tápalo - Me aparta mirándome a los ojos y viendo que estoy un tanto asustada, de verdad que me asusto, nunca la había visto tan enojada, pero al fin pudimos hablar y creo que entendió que realmente me gusta este chico y ahora se viene el interrogatorio, va a estar bastante difícil eso y saber que piensa Alex también... Ahora yo tengo una duda... - Mamá, ¿cómo te diste cuenta de que estaba en algo así? - Pregunto dándome la vuelta para verla a la cara y que me cuente. - Ella, hija mía, te ibas más temprano, te perfumabas más de lo normal, llegabas más tarde que tu horario habitual, siempre estás sonriente y andas en la luna de valencia cuando te hablamos - Me responde riéndose y haciendo que me dé cierta vergüenza por lo obvia que fui sin darme cuenta. Al final quedamos en que mañana hablaríamos y que ella se iba a encargar de hablar con Alex, veremos como toma esto Alex, porque dudo mucho que solo mamá haya puesto la regla de que yo tuviera novio a los 18, creo que fue más por él, por el hecho de que pueda disfrutar solo él de mí, esa es la idea que se genera en mi cabeza y realmente me repugna, me vienen incluso ganas de vomitar de lo retorcido y asqueroso que suena eso, pero la mente de las personas que son abusadoras es así, tienden a ponerse agresivos cuando alguien más tiene "lo que es suyo". Decidí irme a dormir, feliz por la propuesta de Ema y feliz de que no me quedara sin ovarios cuando hable con mamá, todo va marchando a la perfección, todo va bien, a este paso quizás hasta podré ir al cumpleaños de Ema que es el otro mes, Dios, estoy enloqueciendo, esto es increíble, antes de irme a dormir agradezco a Dios por todo lo sucedido hoy, por todo lo que tengo y lo que soy, le pido que guarde a todos y cada uno de los que me rodean y después de un día largo me duermo.
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