Rodrigo y Mishal se levantaron de su lugar para ir a orinar, dejando a las dos princesas despedirse. Caminaron por unos cinco minutos buscando un lugar discreto para hacer la necesidad básica, encontraron un hueco en una pila de arbustos, que despedían un olor silvestre, fresco a madera con un toque parecido al pasto. Ambos estaban conscientes que ir al baño había sido la excusa para hablar entre ellos a solas, pues una vez que terminaron de hacer pipí y salieron de entre los arbustos Mishal esperaba a Rodrigo con una postura relajada recargado sobre un árbol.
- ¿Hay algo más que debamos saber de ti? - preguntó Rodrigo viendo fijamente a Mishal quien se tomó su tiempo para contestar.
- Eira se ha convertido en una persona especial para mi, ten por seguro que haré todo lo que esté en mis
