Eira ayudó a Mishal a llegar al río más próximo que había de camino, para poderle atender. La princesa había roto una parte de su falda para poder hacer un torniquete y detener la sangre, aunque después de un rato se sintió tonta de no haber congelado la herida para detener la sangre antes, cosa que hizo para que el pelirrojo se sintiera mejor después. - Necesito darte el agua de sanación -le decía Eira mientras el muchacho caminaba a trabajo forzado apoyándose sobre ella. - Necesitamos buscar un lugar donde sea seguro quedarme inconsciente, tenemos que seguir avanzando -le decía el pelirrojo antes de llegar al río que se encontraba muy cerca a ellos. - Te estas desangrando, no podemos esperar tanto -decía Eira en tono preocupado. - Estaré bien lo prometo Continuaron caminando con

