Reglas de compromiso Estaba sentado en mi apartamento mirando la pared mientras intentaba decidir si me quedaba en casa y me emborrachaba o salía a echar un polvo. El día de ayer seguía jodiéndome, y había estado en una montaña rusa emocional desde que Kincade me arrastró a aquella habitación de motel. No bebía mucho, y desde luego no consumía drogas, pero necesitaba algo que me calmara los pensamientos y calmara mi mente ajetreada. Mi abuelo materno era alcohólico, y de pequeño, vi en primera persona la devastación que causaba su dependencia química. Me tomaba una o dos cervezas, y a veces me permitía algo más fuerte si la ocasión lo requería, o con un amigo, pero mi mecanismo de defensa preferido no venía en botella, pastilla ni aguja. Normalmente manejaba el estrés dejando que alguna t

