~Capítulo 9~Tu única amiga.

1852 Words
Narra Gaddiel Preston ―Gaddiel, ¿Vamos juntos? ―me dice Lucía, amablemente. ―Sí… claro ―le contesto, acomodando mis cosas en mi maletín. ―Es que tu trayecto… tu trayecto pasa muy cerca de mi casa, entonces, yo…, yo quería que me aproximes. ¿Como negarme? Lucía es una muy buena amiga. Si ella no hubiese hablado por mí para trabajar aquí como medio tiempo, no sé cómo hubiera afrontado mis pagos este fin de mes. La nueva deuda a la cual me he tenido que someter para pagar a la caprichosa de la señora Wellesley, me ha desestabilizado todo. ―No te sientas apenada..., siempre será un gusto realizarte un favor ―le contesto. Ella me sonríe con gentileza, y luego nos vamos a despedir de todos nuestros compañeros. Mi jefa y la gerente, antes de salir, me felicitaron por la buena atención que le di a la Señora Wellesley. Me comentaron que ella, no dio ninguna queja como lo suele hacer al final de su salida de cualquier lugar, por ende, intuyeron que lo hice perfectamente bien. Por suerte, agradezco que no me dijera nada cuando se retiró. Su única reacción fue verme con desprecio y simplemente salir acompañada de ese airoso hombre que no alejaba su mano de su espalda. ¡Ja! ¡Increíble!, ahora no es uno, si no dos. Parece que ella es un poco más pícara de lo que pensé, incluso también intentó jugar conmigo. Un momento, ¿qué estoy haciendo? Niego con la cabeza. ¿Por qué debería tomarme el tiempo de reflexionar sobre eso? Parezco un idiota. No..., de verdad SOY UN IDIOTA. ―¿Gaddiel? ―Lucía se posiciona delante de mí, deteniendo mis pasos. ―¿Mmm? ―reacciono, desorientado. ―¿No me escuchaste cierto? Apenado, reflejo una risa incómoda. ―Lo lamento ―replico, sobándome de la nuca―, me perdí por un breve momento en mis pensamientos. ―Eso vi… ―Puedes… Puedes repetir, ¿Lo qué me decías? ―le digo, mientras prosigo en caminar, dirigiéndonos a mi viejo auto estacionado en frente del trabajo. ―Te estaba preguntando por Anahera. ¿Ella como se encuentra? ―Ahh…. Gracias por preguntar. Mi pequeña está mejor, tal vez, ya mañana le den de alta. ―¿En serio? Eso es una espectacular noticia, espero poder tener tiempo para visitarlos y salir los tres una tarde. ―ESO SERÁ IMPOSIBLE. De repente escucho esa voz, que, no me toma mucho en reconocer. Lucía y yo, al instante nos volvemos detener en seco. «¿Por qué se encuentra aún aquí?» pienso, mientras veo a la Señora Wellesley de pie delante de nosotros, inexplicablemente al lado de mi auto. «¿Cómo supo que era el mío?» ―Pre-presidenta Wellesley ―replica nerviosa, Lucía. Ella, con ese gesto de persona sin amigos, se acerca a nosotros con los brazos envueltos como siempre. «¿No debería disimular que no me conoce?» ―… ¿Qué sucedió? ¿Olvidó algo en nuestro restaurante? La frívola mujer la detalla con rivalidad y en vez de responderle, me mira directamente a la cara. ―Quiero que te vayas conmigo ―me comanda sin el menor cuidado de sus palabras, y me pasma. Ahora mismo he sentido como mi respiración se ha detenido por un momento. ―¿Qué sucede, Gaddiel? ― Lucía, me fija asombrada. Quisiera responderle, pero ni yo mismo lo sé. ―Yo… ―apenas sale de mi boca. Me encuentro tan perplejo que no encuentro la respuesta correcta, pero antes de que prosiga en decir algo más. La Señora Wellesley, fulmina a mi amiga y se acerca intimidantemente hacia su rostro. ―Hey, tú, frasco pequeño. Hace rato me estás molestando. ―Ga-Gaddiel ―tartamudea Lucía y se posiciona detrás de mí, utilizándome como un escudo. La señora Wellesley, tira un bufido con desagrado. ―¡Tss! Cobarde… ―La oigo decir, y ahora sí no me contengo. ―Señora Wellesley, ¿Qué es lo que cree que está haciendo? ―le digo, con mi expresión completamente arrugada. Ella arquea sus cejas, y sonríe de lado. ―¿No escuchaste lo que te dije hace un momento? ―Perdóneme, pero no estoy para más juegos ―le contesto, mostrándome irritado. Entonces, antes de enrollarme en sus juegos, decido seguir mi camino. Lucía, al mismo tiempo, prosigue conmigo. La traspasamos y, a punto de llegar a mi auto. ―¡Dije, que quiero que te vayas conmigo, Gaddiel Preston! ―grita. Aprieto mi mandíbula y me giro a verla. ―¿Por qué debería hacerlo? ―respondo, y sin esperármelo ella ya me ha casi alcanzado. ―Porque tienes que resolver demasiadas preguntas mías. Ambos, frente a frente, nos aniquilamos con la mirada. ―..., no creo que eres la clase de persona que dejaría abandonada a esta hora, a una mujer, sin auto y sin dinero. ―Usted… ―refunfuño. ¿Qué es lo que trama ahora? ―Gaddiel, creo que debería hablar con ella ―me sugiere, Lucía. ―Concuerdo, frasco pequeño. Considero que me estás comenzando a simpatizar. Resoplo resignado. Soy consciente que no podré negarme ante esa potente mirada. Además, incluso si Lucía no hubiese propuesto que hable con ella, tampoco hubiera sido capaz de dejarla aquí a su suerte. ―Ok ―contesto, y la caprichosa muestra su enorme sonrisa de inmediato―, Lucía, de todas formas, te iré a dejar primero a tu casa, así que ven conmigo. ―¡¿Por qué?! ―La Señora Wellesley demuestra su inconformismo. La fulmino. ―No-no te preocupes, yo…, yo podría tomar un taxi ―me contesta, Lucía. ―¡Aysh! ―interviene, la altanera rubia―. No te hagas la víctima, sube ¿ok? Solo por hoy, aceptaré que tu presencia esté en el mismo ambiente que el mío. Me volteo sorprendido a verla, pero de inmediato mi amiga le responde. ―Se-será un placer. ―Tú… porque eres tan formal con ella ―le digo ofuscado a mi amiga. Ela no debería estar tan emocionada si la está tratando de esa manera. ―Shh… Gaddiel. Quiero seguir viva para contar que vi de cerca a esta impresionante mujer ―me susurra, y me deja sin palabras. «¿Por qué las mujeres son así de incomprensibles?» La airosa parece haberla escuchado, porque incluso refleja con más intensidad su expresión de altivez triunfoso. Suspiro. «Esto me está volviendo loco» ―Bien, subamos ―indico y desbloqueo la seguridad del auto. Por consiguiente, sostengo de la espalda a Lucía, y la dirijo hacia la puerta de copiloto para abrirle la puerta. Ella está a punto de ingresar, pero la mano de la caprichosa hace que retire la mía de la puerta, y se atreve a adelantarse primero, dejándonos a Lucía y a mí, fríos de la impresión. ―Gracias ―me dice y cierra la puerta como si estuviera enojada. Lucía y yo, nos miramos. ―Yo… yo estoy bien, con ir atrás ―me comenta y ella, en segundos, ingresa sola en el asiento trasero. «Paciencia…» *** Luego de unos largos minutos, en eterno silencio, traspaso la calle que me había indicado, Lucía. ―¿Por dónde debería ir? ―le pregunto, volteando mi rostro, en la que de paso me percato de que, la caprichosa se encuentra durmiendo con los brazos cruzados. «Con razón todo era paz» Por cierto, mientras la atendía en la pequeña reunión con mi jefe, no pude evitar ver, que ella bebía al compás de los dos caballeros. ¿Será que bebió demasiado? ¿O solamente es cansancio? ―Aquí me puedes dejar, Gaddiel ―me dice mi compañera. ―¿Segura? ¿No deseas que te deje en la puerta de tu casa? ―Dijo que aquí ―responde recia, la Señora Wellesley, asustándome. Me acaba de tomar desprevenido. «¿Por qué me mira con antipatía?» ―Sí, Gaddiel. Mi casa está volteando la cuadra, si ingresas tendrás que darte una enorme vuelta para salir. Así que no te preocupes, aquí está bien. ―Bueno… ―Asiento. ―Fu-fue todo un placer, tener un pequeño paseo con usted, Señora Wellesley… «¿Por qué tartamudea tanto? Está exagerando» ―…, dé-déjeme decirle que el aroma de su perfume es realmente increíble. La airosa mujer se gira a verla hacia la parte de atrás. ―Me sorprende tus grandiosos gustos hacia mi persona ―comenta y de su cartera rápidamente retira un cupón, o algo por el estilo―. Toma, si deseas, puedes ir con esto a una tienda de Chanel. Te darán un descuento considerable por unos de sus perfumes. ―¿E-enserio? Usted…, usted no debe… ―Sí. ―Estira más su brazo para que Lucía lo coja―. Tómalo. ―Gracias… ―Mi amiga lo toma con un resplandor en sus ojos―. Muchas gracias. ―De nada. Solamente, quisiera pedir un favor de tu parte. ―¿Cuál sería? La Señora Wellesley, muestra su expresión de viveza. ―Que usted no se acerque… ―¡Lucía! ―intervengo rápidamente, algo me alerta que ella está por lanzar una amenaza. Ambas me miran impactadas―. Deberías apresurarte, es tarde, y yo debo regresar también a casa. ―Pero… La señora Wellesley, necesitaba algo de mí. La caprichosa me mira sin borrar ese gesto de complacencia, a notado que me he dado cuenta de sus intenciones. Definitivamente, esta malvada mujer disfruta verme así de ansioso. ―Nada, Lucía ―le dice, arqueándome las cejas con coquetería―, usted debería hacer caso a la recomendación de su amigo. Apresurese, es tarde. ―¡Sí! ―responde ella con entusiasmo. «¿Y así le conquistó?» Lucía sale rápidamente del auto y se despide de ambos con alegría. La vemos alejarse, y espero a que desaparezca de nuestra vista para prepararme en iniciar a manejar. ―Te preocupas por ella… ―¿Yo? ―respondo. ―Sí. ―Ah…, por supuesto que lo hago. Es una buena amiga mía. ―¿Sueles ser así con todas tus amigas? ―La extraña mujer, se inclina hacia mí, incrustándome esos brillosos ojos verdes. Su olor a vino y cigarro penetra mis fosas nasales. Aunque es algo que no suelo disfrutar. Por alguna razón su perfume combinado con esos aromas proviniendo de ella, me agradan. ―Sí… ―respondo nervioso. Está de nuevo demasiado cerca. ―Entonces, Gaddiel... No tengas más amigas en el futuro, no busques a las de ahora, y simplemente olvídate de ellas. Porque yo…, yo solo quiero ser tu única amiga. _____________&&&______________ Hola mis lindas lectoras, una disculpa, esta novela la tuve detenida por un tiempo por inconvenientes, pero sigue en actualización tres veces por semana en: www.escritorasenlaluna.com.mx Allá tenemos los siguientes capítulos de nuestra Neferet. En este maravilloso sitio web, disfrutarán de otras interesantes novelas pertenecientes a mis compañeras. Estoy segura que no se van a arrepentir. Gozarán de un grato momento de lectura, pagando únicamente 4.50 dólares al mes. Espero seguir viéndolas con nosotras. Gracias a mil siempre.

Great novels start here

Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD