Relaciones Peligrosas (EunHae+18)

1. Primer Encuentro

Llegamos a la disco más lujosa de todo Seúl, la música se escuchaba desde afuera. Junto a Heechul, mi mejor amigo, entramos al lugar; caminamos hasta llegar a una mesa y nos sentamos. Rápidamente un barman llego a nosotros con una sonrisa perfecta de dientes blancos y dos hoyuelos, sexy y guapo. Mordí mi labio.

- ¿Qué desean? —Nos preguntó, aunque su mirada no se despegaba de la de mi mejor amigo, reí por lo bajo - can pedir lo que quieran ... la casa invita -

- En ese caso lo dejo a su buen gusto ...— Heechul sonrió de lado.

- Choi Siwon —Se presentó tomando la mano de Hee - un gusto conocerte ...—

- Lo sé —Respondió con prepotencia - soy hermoso, es lógico que sea un gusto conocerme -

- Je —Dije riendo. - solo trata de ser amable -

- No te preocupes —El ahora conocido como Siwon me dijo —... él sabe que su belleza deja a cualquiera boquiabierto —Le guiño el ojo y se fue hacia la barra.

- Creo que quiere contigo —Dije riéndome —... bueno es solo una suposición —Añadí con sarcasmo, era más que obvio que si quería. 

- Mmmm esta guapo —Heechul lo recorrió con la mirada sin pudor alguno -, quizás hoy tenga un buen polvo después de todo -

- Eres increíble —Negué con la cabeza.

- Gracias, cariño -

Suspire, otro mesero nos llevó nuestras bebidas. Siwon nos sonrió desde la barra levantada su copa, Heechul le guiño el ojo y me miro.

- A tu salud —Me dijo - por haber conseguido el trabajo en el instituto Black Suit —Agrego, chocamos nuestras copas y lleve la mía a mi boca dando un sorbo.

Tosí debido a que estaba muy fuerte. Deje la copa sobre la mesa, mire a Heechul levantarse.

— ¿A dónde vas? —Le pregunte.

— Voy con él un momento —Me dijo, y se fue sin importarle dejarme solo.

— Genial, gracias amigo —Dije poniendo los ojos en blanco, cuando me vi solo en la mesa.

Después de un rato, suspire y tome el último trago de mi bebida. Me levante y fui a la pista de baile, empecé a moverme junto al ritmo de la música. Sentí una presencia tras de mí y luego unos brazos rodeándome la cadera, me di vuelta encontrándome con un par de ojos negros que me hipnotizaron.

— Eres caliente —Susurro en mi oído mandándome un escalofrió por todo mi cuerpo llegando a instalarse en mi parte baja. Me apretó contra su delgado pero aun así trabajado cuerpo.

— ¿De verdad? —Pregunto y me sorprendí un poco al escuchar mi voz tan ronca.

— Mucho —Contesto, y sus dientes atraparon mi lóbulo sacándome un gemido.

Apreté mis manos en sus hombros, cerrando los ojos. Él empezó a moverse provocando que nuestros miembros se rozaran, el ambiente se volvió más caliente al pasar un par de canciones más.

— Ven...—Tomo mi mano, y me deje llevar por él.

Subimos las escaleras hasta llegar al segundo piso, fuimos por un pasillo hasta llegar a una puerta, la abrió y se apartó para que entrara primero.

Lo primero que vi fue una gran cama, escuche como cerraba la puerta. Me di vuelta mirándolo por primera vez bien, su cabello n***o como la noche, sus ojos, su nariz y sus labios gruesos.

Labios que atraparon los míos, deje escapar un gemido de placer. Mis manos fueron a su chamarra negra quitándosela, su celular interrumpió se separó y lo saco mirando rápidamente, lo dejo sobre la mesa y se acercó de nuevo a mí, quitándome la camisa. Sus labios fueron a mi cuello y suspire, sintiéndome como si fuese un adolescente de nuevo.

Su celular volvió a sonar, escuche como maldecía y se alejaba de nuevo. Con algo de fastidio apago su celular.

— No deberías de hacer eso...puede ser importante —Dije, él me miro y negó con la cabeza con una sonrisa divertida.

— No es nada, solo son felicitaciones de cumpleaños —Me dijo.

— ¿De verdad? ¿Cuántos años estas cumpliendo? —Pregunte curioso.

— 26 años —Respondió.

Me sorprendí, la verdad creí que tenía unos 24 años. Sonreí.

— En ese caso felicidades —

— Gracias —Se acercó, y me miro con deseo —...tu...eres mi mejor regalo que pude haber conseguido —

Me beso de nuevo salvaje y húmedo. Le quite la estorbosa camisa blanca mirando sus marcados músculos. Sus manos fueron a mi pantalón desabrochándolo y bajándolo junto con mi bóxer, sentí sus manos calientes en mis nalgas apretándolas.

— N-no es justo —Dije con la respiración agitada —...aun tienes tus pantalones —

— Entonces quítalos —Susurro.

Mordí mi labio, y baje mis manos a su pantalón desabrochándolo, lo baje junto con su bóxer. Su m*****o salió alzado con orgullo, pase mi mano por su cabeza escuchándole gemir.

— Usa...tu boca —Me dijo mirándome con los ojos llenos de lujuria y deseo.

Trague saliva, y me arrodille. Abrí mis labios sacando mi lengua pasándola en su m*****o, lo tome entre mis labios.

— Joder —Escuche, sus dedos se enredaron en mi cabello y sus caderas se movieron con cuidado de no hacerme daño.

Lo estaba haciendo, le estaba chupando el pene a un completo desconocido, y sin embargo eso me excitaba más. Después de unos minutos me hizo que me separara, unió nuestros labios y me llevo hasta la cama.

Se subió sobre mí, posicionándose entre mis piernas. Se puso un condón y llevo su pene duro a mi entrada.

— Ahhh —Gemí de dolor y placer al ser penetrado sin preparación, metí mis uñas en su espalda.

— Estás tan apretado —Dijo ronco, sin moverse.

Era grande, muy grande. Tome un par de respiros hasta que me acostumbre, moví mis caderas indicándole que se moviera, eche mi cabeza hacia atrás dejando escapar un gran gemido poniendo mis ojos en blanco debido al placer que me hacía sentir.

— D-dios...ah...si...—

— EunHyuk —Susurro sin dejar de embestirme con fuerza — ese...es el nombre que debes gemir...mi nombre —

— ¡EunHyuk, ah...! —Arquee mi espalda, Hyuk llevo mis piernas a sus hombros entrando más profundo, dando una y otra vez en mi próstata.

Nuestros cuerpos se encontraban envueltos de sudor, jadeantes. EunHyuk tomo mi pene empezando a masturbarme al mismo tiempo que sus embestidas.

— ¡EunHyuk! —Grite su nombre, mientras me corría con fuerza en su mano.

— Joder...si —Lo escuche. Y con un par de embestidas más se corrió dentro del condón.

Salió de mi interior y se acostó junto a mí. Lleve mi brazo a mi rostro, lo había hecho.

Había tenido sexo con un desconocido...

Y me había encantado...