Carta 2

531 Words
Querida Meghan: Adam y yo nos dirigimos hasta donde estaba el supuesto Jack. Mi corazón latía con demasiada fuerza deseando que realmente fuera él. El chico estaba de espaldas, así que esperanzada toqué su hombro para que volteara su vista hacia nosotros. Él volteó y entonces me encontré con unos ojos totalmente desconocidos. La cara del tipo era de confusión y era totalmente comprensible, nunca nos había visto en su vida. —Discúlpanos, te confundimos con un amigo, sigue en lo tuyo, chico. Quería ocultarlo pero era imposible, la esperanza que tenía disminuyó. Esperaba que Adam no lo notara. —Vamos a encontrarlo pronto, Jess. Debe estar por aquí cerca. Ahora, ¿podrías quitar esa cara de tristeza? Realmente me destruye verte así. —Lo lamento. No dejo de pensar en que probablemente el vuelo haya sido en vano y no podamos encontrar a Jack. Adam fingió darme un pequeño golpe en la cabeza pero sin que su mano tocara mi cabello. — ¡Jessica! Basta, deja de hablar así o te morderé la oreja. Lo que había dicho Adam era tan extraño que no pude evitar reírme a carcajadas. — ¿Me morderás la oreja? —Por supuesto que no, sólo necesitaba hacerte reír. Después de eso, volvimos hacia donde estaban Ashley y mi madre. Mientras Adam y Ashley discutían sobre alguna estupidez, mi madre dormía en los sillones del aeropuerto. Mis ojos se abrían tratando de buscar el rostro de Jack entre todas las personas que se encontraban ahí, sin embargo parecía no tener éxito. Las horas pasaban y con ellas mi esperanza. Comenzaba a creer que Jack no vendría al aeropuerto cuando de pronto pude localizar unos hermoso ojos que brillaban entre la multitud. Esos ojos celestes que me habían visto tantas veces y yo a ellos. Jack estaba ahí. — ¡Jack!— corrí hacia él y lo abracé fuerte mientras él hacía lo mismo. Sin embargo, su mirada estaba fija en Adam. — ¿Qué hacen aquí?—preguntó Jack sorprendido. —Necesitaba saber si estabas bien, leí tu carta y sabía que estarías aquí. Él se mantuvo pensativo por unos segundos. Era como si buscara las palabras pero no las encontrara. —Jess, mis tíos me tienen incomunicado. Ellos están aquí en el aeropuerto así que no tengo mucho tiempo. Si me ven con ustedes van a castigarme de una manera terrible, es un infierno estar con ellos. Tuve una idea y quise prestarle mi celular para que llamara a sus padres pero me percaté de que no estaba conmigo. —Aaaggh mi madre tiene mi celular. —Toma el mío —dijo Adam de inmediato ofreciéndole su celular a Jack —. Llama a tus padres y diles lo que pasa, por mí no hay problema. Él dudó unos segundos en sí debía tomar su celular o no. Sin duda alguna, aún había resentimientos ahí. —Vamos, tómalo, no va a explotar —bromeó Adam. Jack tomó el celular y comenzó a marcar números. Unos cuantos segundos de suspenso se apoderaron de nosotros mientras alguien de su familia respondía. — ¿Mamá? Es tan bueno escucharte, necesito hablar contigo, no sé cómo decir esto pero... De pronto una pareja apareció detrás de Jack observándolo con cuidado y para ser sincera, daban bastante miedo. —Jack, es tiempo de irnos. -Jess.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD