Querida Anónima: Su nombre es Cassandra. Por Dios, ¡claro que no! Sé que eres tú, Jess. Sólo quería hacerte una pequeña jugada al igual que tú la estás haciendo conmigo. Por favor, reconocería tu manera de expresarte incluso si te cambiaras el nombre y fingieras ser hombre. -Jack.