¿No es hermoso ese momento en el cual están en el quinto sueño y piensan que nada les puede despertar? ¿Cuándo ni siquiera la luz que entra por la ventana puede sacarte del sueño? Pues eso no es exactamente lo que me pasa. Me costó un maldito infierno dormirme ayer. Todo gracias a que estuve pensando y pensado todas las opciones que mi cabeza podía encontrar con respecto a mi sorpresa de hoy. Y j***r, creo que no me llegué a dormir antes de las cuatro o cinco de la mañana. Me di cuenta del delirio en el que me encontraba y la paranoia cuando llegué a contar casi quinientos unicornios, ochocientos hipopótamos y una frutilla con chocolate. Me dormí con el pensamiento de comida en mi mente. Pero lo peor de todo es cuando piensas que dormiste como cinco minutos antes de levantarte e ir al

