—Así que, ¿dónde estuviste ayer? —pregunta Ty mirándome con reprobación. Frunzo el ceño al recordar todo lo de la pelea, pero no lo que pasó después de subirme a la moto. ¿Me desperté? —Fui a correr —respondo simplemente. Hay veces que los sobreprotectores de mis hermanos superan los límites. Solo espero que no siempre sean así conmigo. Algún día voy a tener novio, y ellos tendrán que aceptar ese hecho sin rechinar. —¿Hasta las once de la noche? No jodas, Nat. Eso es mucho y tú saliste temprano a correr. Dime la verdad. Estamos solo los dos en el auto yendo para el instituto porque a Sam lo habían castigado y se tuvo que marchar antes, y Emma… La verdad no lo sé. Ella me dejó una nota diciendo que tuvo que salir temprano porque tenía que ir a buscar una tarea a su casa y no sé qué más.

