Fui a visitar a Sue. —Piensas que venir a visitarme te traerá a tu padre devuelta. Te estas engañando, Aileen. Nadie traerá a tu padre devuelta. Él está muerto. —Su voz sonaba tan cruel, como si quisiera herirme a propósito. —¿Sue? ¿Qué estás diciéndome? Sonrió. Di un paso atrás. —¿Qué te hizo? ¿Qué rompió dentro de ti? —su mirada cambió a una asustada y vacía, a la vez. —No sabes nada. —Dime ¿quién te lastimó hasta que no pudiste gritar más? —había tocado una parte de ella. Cerró los ojos. —Lárgate. No quiero verte. —Pero no me lo decía a mí, estaba gritándole a la persona dentro de su cabeza, a su recuerdo. —¿Qué te dañó? —tomé sus manos. Sus ojos se abrieron al contacto conmigo, estaba horrorizada. Se alejó de mí y cayó al suelo. —¡Mamá! —gritó arrastrándose lejos de mi alc

