Mientras los policías se preparaban para entrar en acción los guardaespaldas gozaban como nunca se sentía como dioses el guardaespaldas líder gritaba y daba órdenes. —Traigan mas champagne, y ustedes mujerzuelas comiencen a bailar y a desvestirse—. Estas mujeres les dio un poco de enojo al escuchar estas palabras, aunque era verdad que ellas prestaban ese tipo de servicios normalmente sus clientes eran gente adinerada y siempre las buscaban satisfacer en todos los aspectos ya que eran mujeres realmente hermosas. Pero a pesar de esto no podían recriminarle nada a el guardaespaldas ya que tenían mucho dinero y estaban gastándolo como nunca. Por otro lado, Adalberto y Marco se encontraban a la expectativa, ya el detective les había informado sobre la situación que se estaba presentando. Por o
