Arden maldice, cuando la escucha jadear de ese modo. Sabe qué no le está generando daño, pero sí qué Blaire se asombro de lo que estaba haciéndo. Seth se encuentra en una esquina de la propiedad, detrás de un sillón, en tamaño mediano. —¿Porqué me lo pediste si lo podías tomar?— Titubea y avanza hacia él. Arden sonríe. —No quería que vieras esto, muñeca.— Demanda. Blaire avanza pocos pasos hacia él, saliendo por completo de la caja metálica y estando, ahora sí, solos los dos, junto a Seth, en el penthouse. —¿Porqué?— Suspira. Arden estira una mano y obliga a Seth a salir de su escondite, mientras qué lo arrastra hacia las puertas que dan a su gimnasio. Blaire los sigue, primero con la mirada y luego activa sus pies. Arden se queja, por dentro de que ella lo siga, pero tiene sólo un