Emily miró el reloj de nuevo, estaba nerviosa e impaciente con su reunión con Hans, se llevó ambas manos a sus mejillas cuando sintió que estas se sonrojaron al recordar que le había confesado tener sentimientos por él. Pero al mismo tiempo, no dejó de pensar en las palabras de Anne en la oficina hace dos horas.
—Señorita Thompson, —Emily dio un respingo en su lugar y se dio cuenta de que estaba Thomas a su lado. —Lo siento, no era mi intención asustarla. —Emily negó rápidamente.
—No, no, estoy bien. —Thomas sonrió.
—La llevaré directamente con el señor Müller, sígame por favor. —ella afirmó y lo siguió hasta la camioneta blindada, Thomas abrió la puerta y esperó a que subiera, momento después, comenzó el viaje. Emily arrugó su ceño al ver que habían salido de los terrenos del hotel.
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