Hans apretó su mandíbula con dureza, el imaginar que Jonathan podía tocarla o siquiera la viera, le provocó que la ira saliera de su escondite. ―No lo harás. ―dijo atrapando su brazo, Jonathan abrió su boca al sentir el dolor con el que lo sujetó. ― ¡Oye! ¡Eso duele! ¡Tranquilo, tranquilo! ―Jonathan comenzó a reírse hasta que Hans lo soltó del agarre. ―Solo quería ver tu reacción, Müller. ―Deja de ponerme a prueba. Sabes que soy un hombre impaciente. ―Lo sé, pero en serio, Müller, debes de divertirte un poco más…―luego palmeó su hombro y entró al privado. Emily y su grupo de amigos se habían regresado a la pista de baile, Hans notó que ella bailaba algo incómoda alrededor de ellos, hasta que notó la presencia de un joven, intentó hacerla reír, pero ella no lo hizo, a Hans eso le provo

