2/Un despertar Extraño

1938 Words
Al despertar siento los párpados pesados como si estuviera muy casada, pero a la vez nececitara despertar. Al poder fijar la vista una señora está frente a mí en un sillón, tendría unos 55 años, está mirando unos libros cuando puedo hablar, le llamo. —Disculpe— ella se levanta enseguida apurada ante mi llamado. —Mi niña …— trato de mover mi mano en la mesa, veo una jarra y agua, es lo único que quiero ahora —Agua… Por favor — Ella va hacia la jara y toma un vaso de agua y le coloca el sorbete, me ayuda y puedo tomar unos sorbos. Es la gloria de verdad. — Se te ve mejor gracias a Dios.—Realmente no sé cómo me veo. Es allí cuando pienso, si perdí la memoria o quizás no recuerdo y algo paso trata de que vengan recuerdos a mí y solo sé que estaba en la plaza, empezó a llover y … — El niño? ¿El niño, cómo está?—digo con la poca voz que me sale. La señora pone su mano, sobrela mía. —Gracias a ti está muy bien, ese día dios te puso en el camino de Antua.—Me da mucha tranquilidad que el niño esté bien. Intento acomodarme y veo que mi pierna está vendada —¿Que le pasó en mi pierna?—Le pregunto a la señora. —No es nada grave, solo que el auto …—Cuando ella va a hablar la puerta se abre es la enfermera. —Hola, es hora de su calmante podría por favor salir.—Le dice a la señora, pero algo extraño se revuelve en mis tripas como si algo no estuviera bien. —Sí, pero ya le han pasado calmante y …— —¿Señora me dirá como hacer mi trabajo?—Noto como la deja muy nerviosa, creo que no soy la única que siente esto extraño. Ella comienza a inyectar en la bolsa que lleva suero algo que trajo en una jeringa. —Iré con el doctor es algo insolente.—La enfermera no detiene su accionar y en cuanto la señora sale ella dirige la mirada hacia mí y sus manos van a mi cuello y comienza apretar como puedo me defiendo, pero no estoy en mi mejor momento. —Suel…— en cuanto a las fuerzas no me dan para seguir, veo como la puerta se abre y alguien entra, la enfermera vuela lejos de mi y sin verlo casi,alguien me quita de un tirón la vía que tengo puerta cuando logro verlo es un hombre alto, fuerte que me toma entre sus brazos mientras la señora que antes estaba aquí dice. —No temas, él es Marco el papa de Antua todo estará bien, él es un buen hombre.—Él no dice ni una palabra, me tomó en brazos con mi pierna casi en el aire, lo veo caminar y sacarme por un pasillo. —¡Señor, ¿Qué HACE?!—Se puede escuchar como varios médicos lo quieren detener. La policía se posiciona en la puerta, él se detiene. —¿Qué pasa? ¿Quién era esa mujer?— Pregunte Fue allí donde su mirada se detiene en la mía y sin saber por qué sentí que no existía lugar más seguro que aquí. —Confía en mí, luego te lo diré todo, ahora debemossalir de aquí.— —Vamos hijo que llegó la ambulancia. -- Él da un paso y sin saber de donde llegan dos hombres de traje sacan unas placas y los policías se mueven y nos abren el paso. Él llega a la ambulancia y me deja en la camilla,conmigo sube la señora y él queda debajo. ¿—Señora, no comprendo nada, no sé qué paso? Pero no …— —Mira, esa mujer quería hacerte algo muy malo y el que te saco de allí es mi hijo Marco él es el papa de Antua el niño que salvaste.— —¿Pero por qué me quería hacer daño? Yo no tengo enemigos.— —Lamentablemente ahora sí.—Mis ojos se abren desde cuándo aquí mi vida era mala y se volvió peor. —Mira no seré yo quien te tenga que explicar esto creo que mi hijo es el más indicado, ya que en parte él té metió en esto.— —Mire yo de por sí tengo mis propios problemas, pero que alguien quiera lastimarme al punto que deben sacarme de un hospital nunca,eso me dice que esto es más grave de lo que parece, que ya de por sí es grave escapar de un hospital.— —Lo sé y lo siento, de verdad no queríamos que pasaras por todo esto, pero en parte ahora protegerte es lo que debe hacer salvaste a su hijo, mi nieto sin ningún miedo por tu vida sabes lo que esta vieja cree que tu vida ya no era muy buena antes de esto o eres más buena de lo que quiere parecer.— —Solo quiero saber donde vamos y ...— La ambulancia para y luego de escuchar unos paso la puerta se abre. —Madre pásate a la camioneta con Antua.—La señora suelta mi mano y se baja, pero él se sube, en su lugar la puerta queda abierta. —Hola soy Marco antes que nada, debo darte las gracias por salvar la vida de lo único que tengo mi hijo, luego debo ser muy rápido porque lo que no termos es tiempo.— —Si escucho.—es lo único que sale de mi boca, ya que la escena es muy tensa. —La persona que intento atropellar a mi hijo y te daño a ti fue la que volvió al hospital para terminar contigo al menos que tengas otros enemigos,sospecho que es así si te dejo allí logrará, porque por lo que pude saber de ti no tienes familia solo tus padres y no serían las pernas que seguro quieras meter en esto yo ahora puedo sacarte del país te recuperas en la casa y cuando ya estés fuerte eres libre de irte y yo cumplí.— —¿Quién es la que quiere dañarme y por qué?— —Es la madre de Antua.— Abrí mis ojos sin poder creer como una madre es capaz de tala acto de horro. —Dime te quedas o te vas con nosotros.—Pienso en minuto vida y no tengo mucha opción y como él lo dijo no meteré a mi padre es esto. —Está bien iré.—Él saca mi móvil de su bolsillo y le lo da. —Comunícate con las personas que solo sea indispensable, no digas nada que te irás del país di lo menos posible es por su seguridad, pero ocúpate que no te busquen ok.—Tomó el móvil y le digo que si con la cabeza la baja se cierra la puerta de la ambulanciay esta comienza a andar llamo a mi padre trato de pensar algo creíble y les digo. —Hola papá …—Él me pregunta que no llegue a almorzar si me falta para llegar, que ya está por anochecer. — Papá es que en otro trabajo …— Tuve que mentir ante una historia, dije que en cuanto me instalaralos llamaba y en cuanto me daban el día libre volvía a verlos. Pensé en deciles, pero recordé que dijo que no mencionara que saldré del país. Fue allí donde reside que mi cartera no la tenía conmigo, pero si él tiene mi móvil seguro tienen lo demás. La ambulancia se detuvo y la puerta se abre y escuchó movimiento y en eso él vuelve a levantarme en brazos, pero esta vez una avioneta está frente a mí. — Sé que …— —No puedes quedarte si quieres vivir es la única forma en que lo garantizo.— — Lo sé, pero¿Dónde vamos? ¿Qué haré? Necesito hablar con el médico yo …— —Hablamos, pero ahora no mi hijo no sabe nada. — al subir veo a la mujer de antes y al niño, él al verme sonríe, pero no sé si sorprende de verme allí. — Hola, ¿Tú vendrás?— —Si …— No digo más nada cuando el hombre dice —Ella debe de curarse y ahora la cuidaremos, ella te salvó hijo, creo que se lo debemos, ¿No Cres?— —Si, claro que sí .— Lo observo es un niño de unos 8 años, no deja de verme, se nota, está igual de sorprendido que yo. Aún ahora, luego de tanta confusión, puedo recordar esa mirada desorientada antes de cruzar la calle como ese auto no parecía frenar. Pero lo que dijo este hombre, que era su propia madre la que quería terminar con la vida de un ser tan pequeño, no lo comprendo. —Por favor prendan sus cinturones, ya despegamos.—Dice la azafata, todo esto no es muy nuevo para mí, no es que pasara viajando, pero como lo dije antes lo tuve todo solo que ahora ya no. Veo como el niño se toma fuerte del asiento, se nota que tienen miedo a volar, pero lo dismula o al menos eso intenta. Tomo su mano que está frente ami pierna no me deja moverme mucho, pero él estira la suya y logramos tomarnos de la punta de los dedos como si ese simple hilo de contacto bastara para que su mirada se aliviane y se calme. UN RATO DESPUÉS Ya estamos en vuelo, no he preguntado nada, el hombre se levantó hace unos minutos y se dirigió a detrás de las cortinas y se escucha que tienen una conversación. —Bueno, ahora que ya extremos un tiempo juntos, creo que es correcto que nos presentemos.—La señora se ve muy amable. —Empiezo soy Anny la abuela de este pequeño y madre del otro más grande.— —Hola Anny soy Alika un gusto.— —Yo soy Antua gracias por lo de salvarme y siento lo de tu pierna y que debas dejar de hacer tus cosas, pero por qué me salvaste mira si morías?— —¡Antua no digas eso, dios nos libre!—Dice su abuela y se persigna. —No está bien, Antua es lo que se debe hacer, muchas veces la gente hace las cosas y dice que no sabe lo que hacía, que solo lo hizo sin querer , sabes yo soy de las personas que cree que siempre sabes y quieres hacer si no no lo haces.— —Entonces tú quisiste salvarme.—Lo miro y le regalo una sonrisa. —Exacto.—En eso el, sal de detrás de las cortinas. —Él es mi papá, se llama Maco Di Dominico y es el mejor del mundo.—Por primera vez en todas estas horas logro ver una mueca muy parecida a una sonrisa y se la regala a su hijo, cundo su mirada se dirige a mí la seriedad vuelve a su rostro. —Así es soy tu padre y también te agradezco lo que hiciste desde ya concederme en falta, si necesitas algo solo dilo.— —No, no están en falta, yo quiero así.—En eso suena su móvil y de nuevo se marcha y nos quedamos solos los tres hablando banalidades cosas que el niño quiere contarme y su abuela se luce en tratar de que esto parezca normal, pero de normal no tienen nada.
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