Al entrar, cerré la puerta detrás y cuando me giré, me detuve mirando lo linda que era su oficina. Era grande, blanca, y muy alumbrada por el gran ventanal que tenía detrás de él, en donde daba una vista espléndida a toda la cuidad. Era limpia, organizada, y tenía ese aire varonil con algunos cosas con colores neutros. Así que, sí, me gustó cómo era. Aunque no creí encontrarme con un desastre, porque ellos tendian a ser organizados en todo, por lo que Jayden también lo era. No me había movido de mi lugar cuando él alzó la mirada de su laptop y me hizo una seña para que me sentara delante de él. Eso mismo hice. —Bueno, ya estoy aquí —dije después de unos segundos en silencio donde su mirada literalmente me traspasaba. Me gustaba la intensidad de sus ojos, pero no cuando se me quedaba m