Treinta y cinco

1660 Words

No era genial levantarte con el píes izquierdo cuando en la noche anterior te acostaste con el mismo, cuando se suponía que luego de tú “genial" cumpleaños, todo empezaría con buen pié, supongo. Los rayos del sol filtrándose por mi balcón no ayudaban en nada, por lo que me levanté rápidamente con la baba todavía afuera para cerrar las puertas y también las persianas. Luego me volví a sentar en la orilla de la cama y esperé a que mis cinco sentidos volvieran a sus puestos mientras que mi mirada recaía en el tacón rojo que utilicé en la fiesta de anoche, embobada. La fiesta. Sí. Bueno, al final no estuvo tan mal. Toda la atención estaba puesta en aquél pretencioso muchacho que había regresado con muchas historias y noticias para la familia, captando consigo las miradas hasta de la más míni

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