Treinta y dos

1857 Words

Nuevamente me encontraba ahí, tirada en el suelo rasposo, sucio y con capas ligeras de tierra como si fuese una basura y no una persona. Mi desgastado abrigo ya un poco viejo no me llegaba a cubrir todo el cuerpo, y el viento fuerte y frío de la ciudad aventaba contra mí. Lo único caliente que sentí fue la lágrima cálida que bajó por mi mejilla hasta deslizarse y desaparecer en mi cuello. Otro día más, otra noche más. Estaba muy agotada, física y mentalmente. Solo quería una pequeña cama para descansar. Pero mis ahorros no me permitían pagar la renta en el pequeño cuchitril donde vivía, así que, sin más, me echaron a la calle sin darme mis pocas pertenencias, como si fuese un animal, dejándome tirada en medio de una peligrosa calle que hasta ponía tu virginidad en peligro; pasando hambre

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD